martes, 12 de mayo de 2015

Don Bosco en Australia.

Nuestro Rector Mayor don Ángel Fernández Artime, llegará a Roma, de la mano de Don Bosco, el próximo día 18 de Mayo. Dejó la capital de Italia el 28 de Abril. Y volando de isla en isla (islas Fiji, Islas Salomon, Nueva Zelanda, Samoa, Tasmania y Australia) en el Mar de Oceanía, habrá visitado en aquellas lejanas tierras y mares de Australia a todos los Hermanos de la Familia Salesiana que respiran allí el aire de Don Bosco. La Inspectoría de Australia es una de las más jóvenes con poco más de sesenta años y son 72 los salesianos, secundados por los salesianos cooperadores,  que trabajan en ella por el Reino de Dios en 15 obras apostólicas (gran parte de ellas en Melbourne), especialmente parroquias, formación profesional, atención a emigrantes, a niños abandonados y  pastoral juvenil.  
Don Bosco soñó una noche que volaba desde Valparaíso hasta Pekín. Pero en aquel sueño del 9 de Abril de 1886 en Barcelona, no excluía ninguno de los lugares a los que habría de llegar poco a poco, año tras año, siglo tras siglo.
Cuando el Don Bosco vivo, el sucesor en su paternidad de la Familia Salesiana, pasa unas horas en alguno de los lugares donde están sus hijos se aviva el perfume de su presencia, que es siempre y por encima de todo, una presencia salvadora. 
Esta convicción (que es también o debe ser compromiso de las personas y de los grupos) debe florecer en la actitud que definió toda la vida de nuestro Padre, la entrega. 
Cuando Don Bosco escribía “Tengo prometido a Dios que incluso mi último aliento será para mis pobres jóvenes”. O “Me basta que seáis jóvenes para que os ame con todas mis fuerzas”. Y “Yo por vosotros estudio, por vosotros trabajo, por vosotros vivo, por vosotros estoy dispuesto incluso a dar mi vida” no escribía frases bonitas, ni para quedar bien o redondear el enunciado de un proyecto. ¡No: era su vida! Probablemente lo heredó de sus padres: de Francisco a quien no conoció, pero del que conoció las últimas palabras a su querida Margarita poco antes de morir: “Cuídalos tú, especialmente a Juan: ¡Es tan pequeño!”. Y de Margarita, la enamorada de los pobres y la pobreza, la madre de todos.
Y aquella mano de la Maestra recibida en su primer sueño, con la que le tomó de la suya y después puso sobre su cabeza, fue la garantía permanente para su entrega total, sin ahorro de esfuerzos ni sufrimientos. 
Don Bosco había leído con seriedad el Evangelio. Y en él había tomado de los labios de Jesús el programa de amar hasta dar la vida para que el amor que llenaba su vida fuese de verdad. 

jueves, 7 de mayo de 2015

Regalar felicidad.

Escuchaba en los pobres altavoces de mi ordenador la Obertura de los Maestros Cantores de Wagner y, curioseando, me encontré, entre otros, con este comentario que transcribo literalmente. Me emocionó de modo que creí oportuno hacerme eco de él. Con un breve añadido, si me lo permites. 
¡Cuántas concesiones al gusto hacemos con nuestros hijos y educandos! ¡Y cuántos errores cometemos cuando el gusto que complacemos es el inmediato, el que parece que les va a hacerse callar, el que hace que nos dejen en paz, el que cultiva en ellos la complacencia material, física o desviada de la auténtica felicidad!
El feliz “limpiabotas” de diez años que descubrió en su “casucha” la felicidad de fundirse con la música de su tocayo en primer lugar y con la de Mozart, Beethoven, Prokofief, Haydn… después nos enseña a descubrir la grandeza de uno de los caminos de la educación que se identifica con el grandioso ingreso en el espacio de la belleza con la música, el arte, la lectura, el conocimiento de todo lo que hay de verdaderamente grande en el inmenso mundo del espíritu.
“Cuando niño, (1983) lustraba zapatos en una ciudad de Sudamérica, cierto día un señor de barba blanca (desconocido) me obsequió cinco casetes originales (philips) Eran de Mozart sinf. 40 y 41, Beethoven La pastoral 6ta sinf., Prokofiev Pedro y el lobo+sinf 1,  Haydn El reloj y la sorpresa y Richard Wagner. lado A Tristan e isolda preludio y muerte de amor+ los Maestros cantores de Nuremberg,  lado B Idilio de Sigfrido y el Holandés errante. Cuando llegué a mi casucha, de todos los compositores escuché primero a Wagner por que yo me llamo Richard y era mi tocayo. Jamás había escuchado música de este tipo y fue los maestros cantores la que me gustó inmediatamente, También la pastoral de Ludwing. Le agradezco a ese desconocido haberle regalado tremendo tesoro a un niño de 10 años que lustraba zapatos para sobre vivir. Creo que es el mejor regalo que me hicieron en la vida, hoy me he convertido en un amante de esta música y de todos los compositores sin desmerecer a ninguno es Wagner mi preferido. Los casetes los guardo hasta hoy como muestra de que existen personas buenas en el mundo. Gracias por colgar este video haces lo mismo que aquel desconocido: regalar FELICIDAD”.

sábado, 2 de mayo de 2015

La Basílica.

En 1815, hace dos siglos, se celebró por primera vez, el 24 de Mayo, la fiesta litúrgica de María Auxiliadora. Así lo había dispuesto el Papa Pío VII al ser liberado, el 24 de Mayo del año anterior, de la prisión y destierro impuestos por Napoleón Bonaparte.
Tres meses más tarde, el 16 de Agosto de aquel mismo año, nació en I Becchi, cerca de Castelnuovo de Asti (Monferrato, Italia), Juanito Bosco Occhiena.
Y hace 150 años, el 27 de Abril de 1865, se puso la primera piedra de la Basílica de María Auxiliadora de Valdocco, Turín.
Los que seguimos esa brillante estela estamos de nobles e históricos centenarios y centenarios y medio y nos movemos en el amado aroma de la Madre y de su más decidido Paladín.
La piedra angular de la futura iglesia de María Auxiliadora fue bendecida por el obispo de Susa, Mons. Giovanni Antonio Odone, y colocada, como ya sabemos, con la presidencia oficial del Duque Amadeo de Aosta, hijo del rey Vittorio Emanuele II. Allí estaban también (a Don Bosco le gustaba que todos conociesen su obra, porque necesitaba la ayuda de todos) el gobernador, el alcalde y otras insignes y numerosas personalidades. Y la amada y alegre marea de sus hijos, salesianos y jóvenes, devotos de la Virgen, bienhechores y el pueblo turinés.
Don Bosco dio a conocer el hecho al gran público con un folletito conmemorativo y organizó una grandiosa lotería.
Los trabajos de construcción, confiados a la empresa del capataz Carlo Buzzetti, se habían comenzado casi dos años antes, en otoño de 1863. Una vez concluida la excavación, en abril de 1864, Don Bosco dijo a Buzzetti: “Quiero darte en seguida un adelanto para los grandes trabajos”. Y al decir esto sacó su portamonedas, lo abrió y dejó caer en las manos de Buzzetti su contenido: ocho monedas, ni siquiera media lira. “¡Tranquilo! La Virgen proveerá el dinero necesario para su iglesia”.
Veinte años antes, cuando Don Bosco soñaba despierto con llevar su Oratorio incipiente a todo el mundo, soñó, durmiendo, que la Virgen María se le presentaba como una Pastorcita y le invitaba a mirar hacia el Sur.  “Miré – escribía Don Bosco - y vi un campo sembrado de hortalizas. -  Mira otra vez – me dijo. Miré una vez más y vi una magnífica iglesia, muy grande. En su interior había una gran cinta blanca sobre la que estaban escritas, con grandes caracteres, estas palabras: «HIC DOMUS MEA, INDE GLORIA MEA» («Esta es mi casa, de aquí saldrá mi gloria»)”.
“En este Bicentenario del nacimiento de Don Bosco y de la institución de la fiesta litúrgica de María Auxiliadora es justo hacer memoria de la “Gloria” que María Auxiliadora ha manifestado desde su casa. Especialmente hoy María quiere que de esta su casa, su Gloria llegue hasta nuestras casas, renovando la vida de las familias según el diseño de Dios”.
Así se expresa don Pierluigi Cameroni, Postulador General de las Causas de los Santos de la Familia Salesiana y Consiliario mundial de las Asociaciones de María Auxiliadora.
“En esta perspectiva – continúa don Pierluigi - se sitúa la celebración del VII Congreso Internacional de María Auxiliadora, acontecimiento de toda la Familia Salesiana, que se celebrará en Turín y en el Colle don Bosco del 6 al 9 de agosto de 2015”.

lunes, 27 de abril de 2015

Mi DNI y mi D.C.I.

Es, cuando menos, curioso leer el camino que ha hecho el DNI desde su nacimiento hasta hoy. Nos dice la Historia que las epidemias en Europa con sus bajas en el siglo XVI, el envío de más y más soldados al Nuevo Mundo a partir de ese mismo siglo, la emigración que se produjo en la misma dirección casi inmediatamente, el intensísimo comercio con aquellas tierras hicieron que se impusiese una cédula de composición para identificar a los que viajaban desde estas partes.
Dos siglos más tarde, y para atajar los “frutos” y desmanes del bandolerismo, aparecieron las cédulas personales y cartas de seguridad, especialmente para los que realizaban alguna transacción o gestión oficial.
Y así, más o menos, hasta 1944, cuando apareció en sus primeros paños el actual DNI, que ha ido vistiéndose con los adelantos de la técnica y la exactitud.
¿He pensado alguna vez que mi vida, con todo lo que encierra, oculto y manifiesto, es un elocuente DCI de mi persona? Como no se trata de nada político, sino de honda raíz interior, lo podemos llamar así: DCI, es decir, Documento Cristiano de Identidad.
Los datos de mi DNI pertenecen a la esfera de mi vida y conducta social. Y lo conocen los agentes de esa esfera. Pero mi DCI lo guardo a veces tan celosamente, que nadie se entera de que lo tengo. ¿Es que toca ocultar lo que me hace más grande de verdad, más noble en mis intenciones y actos, más fecundo en obras y entrega?  

Mi ADN o, lo que es lo mismo, mi Ácido Desoxirribonucleico, es un documento más íntimo, más lleno de contenido, más yo mismo. Porque me sitúa en lo hondo de mi ser. Pero también aquí hay otro paralelo con mi otro Ser, el que ser alimenta de Fe y produce frutos de Amor. ¿De verdad que lo conozco? ¿De verdad que la identidad de mi persona es convertirme en regalo de Vida en mi encuentro con los demás? ¿De verdad que considero al otro, a cada otro, como el rostro en el que quiere Dios que le vea a Él?

miércoles, 22 de abril de 2015

Tus huellas.

Mi amigo Alejandro escribía sobre la “arena”, cuando tenía quince años, la poesía que transcribo:
    Vengas de donde vengas  - pienses como pienses – seas lo que seas
               - recuerda: - deja huella. 
                Como un avión que deja su estela
                en el aire al volar,
                logra tú que tus pisadas
                queden marcadas a orillas del mar.      
                Como recuerdos en la memoria
                que no logras olvidar
                haz que tus acciones queden en el tiempo
                al echar la vista atrás.
                 Y así dentro de un tiempo
                                                   cuando el final haya llegado
                                                   esas huellas que dejaste
                                                   harán que no seas olvidado.

Estoy seguro de que cuando, dentro de dos años, repase estos versos, los pulirá sin prisas y hará que su lectura te sea más plácida. Pero estoy también seguro de que no cambiará ni una tilde de la propuesta que hace. Y dentro de veinte años añadirá que una Mirada amorosa y una Memoria sin fisuras dan perpetuidad a nuestras vidas porque están enraizadas en la Vida. ¡Qué bien se entiende esto cuando se celebra con gozo la Pascua de Quien es para nosotros Camino, Verdad y Vida!.
¿Quién siente, de entre los nuestros, de quince años, que la vida es siempre siembra de bien hoy para una cosecha plena en el mañana? Tal vez vivir al día (no prestar atención a que pisamos destruyendo, a que sembramos granos hueros, a que dejamos estelas inconsistentes) nos hace perder de vista que nuestros jóvenes necesitan el sosiego oportuno y el ejemplo determinante para que descubran en el fondo de su espíritu que existe una responsabilidad, es decir capacidad de dar respuestas que nos hagan felices y hagan felices a los que sigan nuestras huellas porque hemos amado.

viernes, 17 de abril de 2015

Contaminación.

A lo mejor no es verdad, pero un Instituto Internacional para Sistemas Aplicados de Análisis austriaco ha lanzado la voz de alarma, publicada recientemente por el Washington Post, sobre la situación de contaminación de algunas ciudades dentro de 15 años. Sitúa en el vértice a ciudades como Milán, Turín, Gijón, Estocolmo, Stuttgart, París…  Mírate en el mapa. 
Se trata de adoptar medidas eficaces, y no como hasta ahora que hemos sido bastante remisos, para reducir el tanto por ciento de PM10 en el aire (PM10 son pequeñas partículas sólidas o líquidas de hollín, polvo, ceniza, metálicas - silicatos, aluminatos, metales pesados…- cemento, polen, sustancias orgánicas… que proceden de incendios, volcanes, combustiones: ¡ay los automóviles!, industrias, labores de construcción y del campo, quemas alegres de todo lo que estorba…
Aseguran que el clima, el estado de la atmósfera y de las aguas y, de un modo directo, de la pureza o impureza del aire del que toman vida bosques, animales y vegetales consumibles sufren de nuestra desidia o incultura.
Porque incultura es lo contrario de cultura que significa conocimiento, sí, pero también sabiduría, cortesía, civilización…  
Y porque esa incultura sobre la naturaleza es fruto de la incultura sobre el hombre, fruto de la falta de educación, es ahí donde debiéramos sentirnos sensibles, más sensibles, muy sensibles.  
Dejemos aparte la oleada de mal gusto que empapa muchas de nuestras actuaciones y manifestaciones. Desde las personales, nacidas de la debilidad del que no se preocupa de embellecer un mundo que de por sí ya es precioso (mundo, cosmos… significan precisamente limpio, bello, admirable) y las que brotan de una cierta violencia interior animal que lleva a deteriorar, achantar o hasta destruir la belleza porque nos fastidia que haya alguien más guapo que nosotros; o las que desplegamos para llamar la atención porque tenemos un cierto prurito de no saber vivir si no somos los primeros, los que más hablan, los que más gritan, los que más ruido hacen.
Cultura y educación es saber que ocupamos un lugar junto a muchos otros, y que ni ese lugar ni esos muchos otros tienen por qué aguantar nuestras excentricidades ni nuestras gracias destructoras. Que ese lugar debe quedar limpio para el que venga después (nadie está aquí para siempre). Y que esos otros tienen, al menos, el mismo mérito y derecho a que se respete su identidad.

domingo, 12 de abril de 2015

Los terminales.

Pues, ¡sí, señor!
Kerala es uno de los 29 estados de la India. Es una larga franja en el Suroeste del país. Tiene más de 38.000 kilómetros cuadrados y unos 34 millones de habitantes. Es el estado con mayor alfabetización (90%) y prueba de ello es el requerimiento de las familias y sus jóvenes para recibir educación y formación. Don Bosco está allí presente desde hace poco más de medio siglo. En 1987 los salesianos abrieron en Thrissur, a medio camino entre el Norte y el Sur del Estado, el Don Bosco College de Mannuthy, uno de los 23 lugares de trabajo de los salesianos en este Estado y de los 357 en toda la India. La obra de Mannuthy comprende una parroquia, un centro juvenil, una escuela de formación profesional y una residencia universitaria.    
Y…, dejando esta orientación, leemos los que nos cuenta el Padre Bibin Kunnakkattu, que es no solo noticia, sino invitación a la reflexión y, ¡ojalá!, a la acción:  
«“El Instituto Don Bosco de Mannuthy, de Kerala, se ha convertido en el líder en la recaudación de fondos para el “Pain and Palliative Care Society” (PPCS - Sociedad de Cuidados Paliativos y del Dolor), con sede en Thrissur, que ofrece cuidado y apoyo a los pacientes con enfermedades terminales. En las últimas semanas la escuela salesiana ha recogido 400.000 rupias (unos 6.000 euros). Cada uno de los 640 miembros de la comunidad estudiantil tuvo un papel en la recogida de esta considerable cantidad. Todos los estudiantes se han movilizado en sus barrios, y equipados con cupones especiales y volantes, han pedido la ayuda de la población local, consiguiendo una respuesta de gran generosidad por parte de la gente de Thrissur. Además, en apoyo de la campaña de recaudación de fondos también se realizó un evento titulado "Ad Astra 2k15" (a las estrellas, en latín), dirigido a los estudiantes de diversas escuelas de Kerala, que tuvo una gran participación juvenil.
El producto de la campaña fue entregado a la PPCS en dos partes: la primera, de 300 mil rupias, el 13 de febrero durante la celebración del décimo aniversario de la institución; y la segunda, de 100.000 rupias, el 6 de marzo. En esta ocasión, en el campus de la escuela salesiana fue también simbólicamente plantado un árbol, Lakshmitharu, capaz de resistir a los tumores.
"Es la primera vez en la historia de nuestra Sociedad que recibimos la atención y la participación de manera genuina y sincera por parte de los estudiantes, del personal y de la administración de una institución educativa", dijo el Secretario de la PPCS.
Será oportuno tener en cuenta que el 5 de marzo, en el encuentro con los  participantes en la Asamblea Plenaria de la Pontificia Academia para la Vida, llamada a reflexionar sobre el tema "Asistencia al anciano y cuidados paliativos", el Papa había dicho: "Animo a los profesionales y estudiantes a especializarse en este tipo de asistencia que no tiene menos valor por el hecho de que ‘no salva la vida’. Los cuidados paliativos dan cuenta de algo igualmente importante: valorar a la persona (...) Es esta capacidad de servicio a la vida y a la dignidad de la persona enferma, incluso cuando es anciana, la que mide el verdadero progreso de la medicina y de la sociedad en su conjunto"».

martes, 7 de abril de 2015

Sans Serif.

Suvir Mirchandani, de origen indio y de 14 años, demostró en una competición de ciencias de su escuela secundaria, que el Gobierno estadounidense podía ahorrar 370 millones de dólares al año si dejaba de usar el tipo de letra Times New Roman y adoptaba la Garamond. Se trataba de cuidar el ambiente disminuyendo el consumo de papel y tinta (“… que es el doble de cara que el perfume francés”, dijo Suvir).
Estudió la frecuencia de los caracteres más repetidos a, e, o, t y r de los tipos Times New Roman, Garamond, Century Gothic y Comic Sans y comprobó que su distrito escolar podía ahorrar 21.000 dólares anualmente. Envió su cálculo a una publicación de investigadores jóvenes ampliándolo a los ámbitos federal y estatal con un ahorro anual de los 370 millones ya apuntados.
Los tipos sans serif (sin serifa, sin adorno, sin “gracias”, sin “cuento”…) usada en Inglaterra desde el siglo XIX, prescindía de adornos en sus extremos. Pero, además, presentaba un aire de sobriedad, claridad, seguridad y alegría que facilitaba tanto la escritura como su lectura. Y se ajustaba mejor a la impresión de carácter comercial.  
La letra sans serif (sin serifas, sin ribetes, sin gasto superfluo) puede ser, a su vez, de contraste, geométrica, grotesca, humanista, informal, híbrida, de terminación redonda, Bauhaus y ajustada.
Pero lo importante para nuestro objetivo son estas otras dos cosas. Que cuando un muchacho, una persona, tiene una mente creativa, inquieta, trabajadora, fértil descubre mundos nuevos que están escondidos para los que se alimentan de rutina, de indolencia, de dependencia y de vagancia.
Y que cuando el sentido de economía (que es “gobierno de la casa”, ¡de todo en la casa!) en la propia vida preside las intenciones, deseos, planteamientos, programas y ejecuciones desaparecen todas las formas de dispendio, despilfarro, derroche y ostentación que nos hacen más parecidos a los pavos reales o a los urogallos que a personas equilibradas. ¡Cuántas “serifas” habrán sisado lo esencial del patrimonio personal y familiar! ¡Cuántas falsas y cacareadas crisis de personas, familias, sociedades, empresas y organizaciones habrán nacido de las innumerables y a veces disparatadas serifas con las que han falseado y  pavoneado sus actos! ¿Y las veces que hemos dado unas perrillas al niño “para gastar”, educándole a que llene su vida de serifas?

jueves, 2 de abril de 2015

Será verdad?

Aseguran que sí. Que hay naciones que sobresalen por su progreso, riqueza, ejemplaridad, hidalguía, orden, disciplina, belleza, acogida… y muchas cosas más (bueno, esas “naciones” no son así; así son sus “nacionales”). Y lo atribuyen a que los niños cuando nacen, se juramentan para vivir siempre orientados en sus actos por la ética, en su conciencia por la integridad, en su conducta por el respeto a las leyes y a los derechos de los demás, en sus relaciones por la responsabilidad, en sus movimientos por el amor al trabajo, en el uso de los valores por el ahorro y la inversión, en sus metas por la superación y en el uso del reloj por la puntualidad.
Y si no se juramentan, lo maman y lo van copiando después de los que ya están siendo así. No es nada anormal. Es como si los niños quisiesen tener piernas, manos, pulmones, ojos, boca, aire, agua, calor, palabra… Diríamos: ¡Lógico! ¡No puede ser de otra manera!
Pero muchas veces debemos confesar que acusar de corrupción a muchos, de incapacidad a la mayor parte, de errores a los que mandan, de persecución a los que no juegan con nosotros… es un oficio que nos ocupa demasiado tiempo, demasiado juicio crítico, demasiada inquisición y demasiado espacio que seguramente no nos toca ocupar. Y nos distraemos de otro oficio, el nuestro: que es estimular a los que comparten la vida con nosotros (hijos, esposos, educandos, amigos, compañeros, compadres…) para que la vivan en todas sus dimensiones al cien por cien. Que no sean indolentes cuando es tiempo (y tiempo es cada día de la vida) para adquirir competencias; para fortalecer el sentido de justicia; para enriquecer ese sentido con el de la generosidad. Que no sean ruines para aceptar que el otro, sea quien sea (no solo el amiguete), ha acertado, tiene buena voluntad, desea hacerlo mejor. Que no sean blandos en tener o permitir gastos que no son solo pura complacencia, sino inoculación de despilfarro en el ritmo de la existencia.
Nos toca construir el mundo. No solo discutir a los que lo intentan hacer y se equivocan. Y tenemos para ello a disposición la espléndida escuela de la vida en la que tenemos que inyectar, suave pero decididamente, lo mejor de nuestro yo. 

sábado, 28 de marzo de 2015

Palabras, palabras, palabras...

… respondía Hamlet a Polonio que le había preguntado “¿Qué  leéis?”. Y a Horacio, al morir: “Lo que queda es silencio”.
Hace pocos días oí que el hombre se distanció - ¡y cómo! - de otros animales por el precioso movimiento del dedo pulgar, la visión frontal, la ingestión de carne y… la palabra.
Hablamos sin darnos cuenta de que la palabra es la cima de los instrumentos de que dispone el hombre. La palabra, que no es solo la emisión de un sonido, sino el regalo que podemos hacer a quien amamos u odiamos y el reflejo de lo más hondamente humano que existe: la mente, el alma. Dicen los que entienden de este mundo que con la palabra el hombre tiende (Boucher y Osgood lo llamaron hipótesis de Pollyanna hace casi cincuenta años) a comunicarse con un sesgo de positividad.
Estudiosos de Estados Unidos y Australia han dicho ahora que es verdad. Han tomado 100.000 palabras en 24 bloques y en 10 idiomas (español de México, francés, alemán, portugués de Brasil, coreano, chino, ruso, indonesio y árabe) de muy diversas fuentes y en todas ellas se ha comprobado que las palabras alegres priman sobre las tristes”. Sugieren que los resultados obtenidos prueban "una profunda huella de sociabilidad humana en el lenguaje", es decir se da en todos los bloques o corpus una tendencia hacia la positividad. Y - ¡atento! – las mayores tasas se identificaron en las páginas web en español”.
¿Será verdad? Si dudamos, ¿por qué no hacemos lo posible para que sea verdad? Está en nuestras manos, en nuestras palabras.
Repasad, por ejemplo, ahora que estamos en palestras de elecciones políticas, la medida de la positividad de los que hablan. Y de los que escriben. Y de los que comentan. Y de los que critican.
Los investigadores de los que hablamos han construido un hedonímetro, es decir, un  sistema de “medir” la felicidad que contiene un texto. Nos aprovecharía usarlo: tanto para medir la felicidad que vierte en nosotros lo que leemos o escuchamos como la que comunicamos con nuestras propias palabras o silencios. ¿Has visto sonreír a un delfín? Viven sonriendo.

lunes, 23 de marzo de 2015

Dar la vida...

Akash Bashir era antiguo alumno de la escuela de formación profesional salesiana de Lahore, Pakistán. El barrio de Yuhannabad lleva el nombre de San Juan porque lo habita una minoría cristiana de la ciudad. Y su iglesia, dedicada también a San Juan, estaba llena de los fervorosos fieles del barrio. Akash era uno de los dos vigilantes que, a la puerta, aseguraban la tranquilidad de la Eucaristía el pasado domingo, 15 de marzo. Todos lo habéis leído o visto en los medios de estos últimos días. Y conocéis los hechos.
Akash no tuvo dudas: se abrazó al asaltante que intentaba entrar en el templo para impedir lo que hubiera sido un martirio múltiple de haber entrado. Lo que hizo saltar la carga que destrozó a los dos, asaltante y guardián.
Don Bosco está en Pakistán desde hace quince años. En Quetta, cerca de la frontera de Afganistán. Y en Lahore, junto a la de la India. Los salesianos educan y forman a los muchos jóvenes, cristianos o no,  que acuden a sus centros.
Sin duda el servicio a los demás, hasta dar la vida (es la herencia de Jesús de Nazaret; fue la conducta de los que, como Don Bosco, le han creído y han seguido sus pasos) formó el espíritu de este joven que estamos recordando. Cumplir con un deber duro y arriesgado. Vivir ese servicio con toda la fuerza de su vida. Pensar en los demás olvidándose de sí. Actuar sin duda y con energía para eliminar un peligro, aun el más grande: el de la pérdida de la propia vida. Todos esos son rasgos de una personalidad bien labrada, un corazón bien armado, una responsabilidad (es decir un sentido de la respuesta en alto grado a lo que se nos pide) deben ser para nosotros puntos de partida para una reflexión definitiva, un compromiso personal sin vuelta atrás y un yunque en el que forjar el alma de los que se nos ha confiado.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Primera piedra.

El 22 de Abril de 1865 se puso la primera piedra de la Basílica de María Auxiliadora en Valdocco, Turín. Don Bosco, que siempre buscó el apoyo de los que podían prestarle ayuda, pidió al rey su presencia en el acto. Este delegó la presidencia de la bendición en su hijo, el Duque de Aosta. Al día siguiente del solemne acontecimiento el Duque envió un donativo y algunos aparatos de gimnasia que había usado en su juventud en Moncalieri.  
Florecía entonces en aquel solar de la futura basílica un pequeño manzano. Don Bosco recomendó a sus inquietos muchachos: “No lo toquéis”. Cuando cayó la primera manzana madura los chicos, con hojas, la cogieron y llevaron a Don Bosco, que envió esa y todas las demás a Amadeo. Este dio un donativo para el templo y una merienda a los muchachos “por las sabrosísimas manzanas que me han enviado”.  
El Amadeo del que se habla en esta crónica es el mismo que, a partir de 1870 y durante poco más de dos años, fue un extraño Rey de España, como bien sabes. Con 191 votos a favor del Parlamento, pero con dificultad de encajar en una España, como casi siempre, dividida, displicente y mal educada por arriba y por abajo.  
Las lavanderas de Madrid le enviaron, a su muerte, una corona de flores artificiales que se puede todavía ver en el panteón real de Superga.
Pero nuestra reflexión a propósito del que aquí se llamó “el Rey Caballero” y de Don Bosco, siempre acertado en sus relaciones, debe servirnos para orientar nuestra educación en el trato: respeto a la autoridad, aunque no nos convenzan sus ideas y aun sus actuaciones, delicadeza en nuestras relaciones con ella, agradecimiento y finura en los gestos, decisiones y modos de acercarnos a quien representa de algún modo el instrumento de gobierno en cualquier esfera o nivel.

Vivimos años de inquietud nerviosa una “tarantela” (ya sabes, el baile de nervios que la picadura de la tarántula provoca en el que la toca) que nos lleva a despotricar (ya sabes, la agitación convulsa y sin sentido del potrillo que se cree dueño de la carrera) contra todo y contra todos. Y así ni construimos ni dejamos construir. Y… así nos va.

jueves, 12 de marzo de 2015

Uno de los nuestros.

Nino Baglieri nació en Módica, Sicilia, el año 1951. Después de haber terminado la escuela primaria comenzó a trabajar como albañil. A los diecisiete años cayó de un andamio de 17 metros de alto. Después del tratamiento de urgencia, Nino se dio cuenta con amargura que había quedado completamente paralizado. Comenzó así su camino de sufrimiento, pasando de un hospital a otro, sin ninguna mejoría. Retornó a su pueblo de origen en el año 1970, donde comenzaron para él diez años oscuros, sin salir de casa, en soledad y de mucha desesperación.
El 24 de marzo de 1978, viernes santo, a las cuatro de la tarde, algunas personas de la Renovación en el Espíritu oran por él; Nino siente dentro de sí mismo una transformación. Desde aquel momento acepta la cruz y dice el “sí” al Señor. Comienza a leer la biblia y descubre su fe. En el mismo mes, ayudando a algunos niños a hacer sus tareas, aprende a escribir con la boca y a componer los números telefónicos con auxilio de un bastón. Inicia el flujo de relaciones que lo llevará, gradualmente, a testimoniar, en su condición, el evangelio de la felicidad y de la esperanza.  
Prepara sus memorias, escribe cartas a personas de diversas categorías en varias partes del mundo, personaliza imágenes-recuerdo que entrega a quienes van a visitarlo. Sus escritos reciben la atención de los editores y la editorial Setim le publica “Del sufrimiento a la gloria”.
Desde  el  6 de mayo de 1982 en adelante, Nino festeja el Aniversario de la Cruz.  Ese mismo año entra a formar parte de la Familia Salesiana como Cooperador. El 31 de agosto de 2004 emitió su profesión perpetua entre los Voluntarios con Don Bosco. El 19 de enero de 2007 participa en Roma a las Jornadas de Espiritualidad de la Familia Salesiana, afrontando un incómodo viaje en carro hasta la capital para realizar su último testimonio público.
El 2 de marzo de 2007, Nino Baglieri entrega su alma a Dios, después de un periodo de largo sufrimiento. Lo vistieron con sudadera y zapatos deportivos, recordando sus propias palabras, “En mi último viaje hacia Dios, podré correr a su encuentro”.
El cardenal Angelo Comastri, quien tuvo la oportunidad de conocer a Nino Baglieri, declaró: “Cuando lo veía, daba la sensación de que estuviera habitado por el Espíritu Santo. Celebraba el aniversario de su llamada a la cruz como los demás celebran el aniversario de matrimonio o la profesión religiosa. Nino se convirtió en un apóstol incansable, un imán de la bondad, que ha atraído muchísimos jóvenes al amor de Dios”.
Ante tres mil jóvenes reunidos en Mádica para la “Fiesta  Jóvenes 2012” el Rector Mayor de los salesianos, Don Pascual Chávez, dijo: “Aquí está una vida que habla, la vida de Nino Baglieri, uno de sus coterráneos, uno de los nuestros de la Familia Salesiana”. Invitó a los jóvenes a tomar en serio la vida, también con su dureza, porque sin la cruz no existe santidad. “La vida – expresó – debe ser asumida. No es determinante el punto de partida, sino el de llegada. Lo importante es llegar a la meta y nuestra meta es Dios”.

sábado, 7 de marzo de 2015

El libro!

Preguntaba a un buen muchacho si leía. –“¿Qué?”, me preguntó. – Algún libro. – En mi casa no tenemos libros. Leemos alguna revista y vemos la televisión.

Para ese buen amigo que no tiene libros, a los buenos amigos que no leen los que tienen, a los que se cansan de leer o les aburre, les ofrezco estos versos que seguramente no han leído o les ha aburrido ahondar. 


De Lope de Vega        Es cualquier libro discreto
(que si cansa, de hablar deja)
un amigo que aconseja
y que reprende en secreto.
¿Cómo compones? Leyendo,
y lo que leo imitando,
y lo que imito escribiendo,
y lo que escribo borrando,
y lo borrado escogiendo.

De Francisco de Quevedo      Retirado en la paz de estos desiertos,
con pocos, pero doctos libros juntos,
vivo en conversación con los difuntos,
y escucho con mis ojos a los muertos.
Si no siempre entendidos, siempre abiertos,
o enmiendan o fecundan mis asuntos;
y en músicos callados contrapuntos
al sueño de la vida hablan despiertos.

De Rubén Darío         El libro es fuerza, es valor,
es poder, es alimento,
antorcha del pensamiento
y manantial del amor.
El libro es llama, es ardor,
es sublimidad, consuelo,
fuente de vigor y celo,
que en sí condensa y encierra
lo que hay de grande en la tierra,
lo que hay de hermoso en el cielo.
El libro males destierra,
da al espíritu solaz,
y, derramando la paz,
va destruyendo la guerra.
El nos pinta en lontananza
albas de dulce bonanza,
que nos llenan de consuelo
y nos muestra allá en el cielo
el iris de la esperanza. 

lunes, 2 de marzo de 2015

Más libros.

Prometida la prosa después de los versos, y después de un proverbio indio, he aquí algunas líneas de dos escritores, discutidos y discutidores, que, a pesar de que su pensamiento no sea pensamiento nuestro, nos dicen cosas sobre los libros que, sin duda, nos pueden hacer pensar en lo que son los libros en la vida y en la obra de los que escriben y de los que leen. Y pueden ayudarnos a apreciarlos, a comprarlos, a leerlos. Siempre que sean, naturalmente, alimento sano y sanador. 
Proverbio indio: “Un libro abierto es un cerebro que habla; olvidado, un alma que perdona; destruido, un  corazón que llora”.

Ahmed Salman Rushdie, indio de nacimiento (Bombay, 19.6.1947)  y de nacionalidad británica, escribía: En casa, cuando a alguien se le caía un libro, no sólo debía recogerlo, sino besarlo en señal de desagravio. Como en mi niñez todo se me caía de las manos, llegué a besar muchísimos libros.
Todas las familias devotas de la India conservan la costumbre de besar los libros sagrados, pero nosotros besábamos los diccionarios, los atlas, las novelas y hasta los tebeos de Supermán. Si alguna vez se me hubiese caído la guía telefónica seguram. habría hecho lo mismo.
Eso fue antes de que besara a una chica. Porque el día en que lo hice, besar libros perdió algo de su encanto para mí. Con todo, uno nunca olvida su primer amor”.
Jean-Paul Sartre, filósofo y escritor francés (1905-1980), que vivió una infancia afectivamente atormentada, recordaba: “No sabía leer aún y ya reverenciaba aquellas piedras erguidas: derechas o inclinadas, apretadas como ladrillos en los estantes de la biblioteca o noblemente esparcidas formando avenidas de menhires. Sentía que la prosperidad de nuestra familia dependía de ellas. Yo retozaba en un santuario minúsculo, rodeado de monumentos pesados, antiguos, que me habían visto nacer, que habían de verme morir y cuya permanencia me garantizaba un porvenir tan tranquilo como el pasado... los libros fueron mis pájaros y mis nidos, mis animales domésticos, mi establo y mi campo”.

miércoles, 25 de febrero de 2015

El ánsar calvo.

El ánsar índico, llamado también calvo no sé por qué, ya los sabes, es inteligente, fuerte y listo. Veranea en las tierras frescas de Mongolia, pero pasa el invierno en las playas acogedoras de la India. Y va y viene del mar a la estepa y de la estepa al mar volando por encima del Himalaya. Le queda de camino. Y es tan admirable, casi sobrecogedor su viaje de Sur a Norte (el de Norte a Sur es más benigno) que los estudiosos lo han querido medir hasta con satélites.      
Sin más comentarios que el que añadamos tú y yo a estas líneas, he aquí algunos datos. 
La travesía la realizan por encima de los 6.000 metros. Alguna vez a 10.000. La presión atmosférica y la riqueza del aire en oxígeno es allí la mitad que en la base de la montaña. Podrían aprovechar los vientos a favor. Pues no, señor. Hacen la travesía (ellos y no otras aves) a golpe de ala en ocho horas. Con pulmones más grandes, hemoglobina más rica, huesos más fuertes y músculos a prueba de Himalaya,  aprovechan el poco oxígeno que tiene el aire por encima de esas alturas. 
Vuelan a una velocidad media de 61,2 kilómetros cada hora. Y el ascenso de la montaña es como media de un kilómetro en una hora. Vuelan a una altura sobre las rocas que van dejando de entre 100 y 300 metros. La travesía la hacen casi siempre durante la noche y primera hora de la mañana, antes de las 10, porque la velocidad del viento es menor.
La cultura que nos acompaña en nuestro crecimiento y en el de nuestros niños, nuestros adolescentes y nuestros jóvenes es la de reducción de esfuerzo. Bienvenida sea esa reducción cuando se trata de ahorrar energías y tiempo. Pero en absoluto cuando lo que nos ahorramos es personalidad porque no es ya tiempo en que debamos sufrir. Sólo el tesón, la constancia, la exigencia, el esfuerzo, la entrega nos hacen nobles en la sociedad humana. Acostumbrarse a evitar esfuerzos es invocar al mago de la lámpara de Aladino para que nos conceda lo que nuestra indolencia no nos ha fabricado porque cuesta. 

viernes, 20 de febrero de 2015

Cuerdas.

El  Adagio para cuerdas que compuso el maestro norteamericano Samuel Barber en 1938 figura como fondo en series y películas apretando en un puño el corazón de los que miran y, necesariamente, oyen o, mejor, escuchan. Son 34 esas producciones de cine, dicen los entendidos, como los Simpson, Amelie, Platton, El hombre elefante… Y dicen también otros entendidos que la composición musical más triste y que más honda y porfiadamente llega al alma es esta. Tanto es así que Barber necesitó pasarla a canto y en 1967 hizo un arreglo para coro de voces mixtas. 
Pero voy adelante porque tú sabes de todo esto más que yo y te queda solo volver a escucharla sin prisas, sin querer que acabe ese gemido insistente que lacera el alma, pero que la empapa con una paz dolorosa, incurable y resignada. 
Y paso a algo que a lo mejor no conoces y que viene bien a nuestro intento de educador, de formador y de guía.
Cuando Samuel Barber tenía once años escribió una carta a su madre. Si la lees en Inglés verás, tú que dominas esa lengua, que tiene alguna falta de ortografía. Pero eran once años. Y a nosotros nos importa solo el agrado de descubrir su alma a esa edad para intentar modelar, en lo que podamos, las de los que se nos confían. El perfil del alma del muchacho está trazado, con otros, por los siguientes sentimientos que emanan de ella como rasgos que nos pueden inspirar para tocar las cuerdas del arpa de nuestros hijos, de nuestros educandos:
Haber llevado adelante su convicción sin atreverse a manifestarlo, como si fuese una traición. La delicadeza en tratar por escrito su honda preocupación. El deseo de que su madre no sufriese ante su declaración. El sentimiento de que su estado de ánimo y decisión venían de una esfera superior a la que habitaban madre e hijo. Sentirse culpable del dolor que pudiera causar en ella su destino. Su vocación de siempre de ser compositor.
Su decisión y convicción de que sería lo que quería y lo que fue.
Querida madre: He escrito esto para informarte de un secreto mío preocupante. No llores ahora cuando lo leas porque no es culpa ni tuya ni mía. Supongo que tendré que decirte que ahora no tiene ningún sentido. En primer lugar yo no estaba destinado a ser atleta. Estaba destinado a ser compositor, y lo seré, estoy seguro. Te voy a pedir una cosa más: - No me pidas más que intente olvidar este hecho desagradable y que me vaya a jugar al fútbol.- Por favor - A veces he estado tan  preocupado por esto que me he vuelto loco (no mucho)”.

domingo, 15 de febrero de 2015

Peer Gynt.

Peer Gynt fue el sugestivo nombre que el escritor noruego Henrik Ibsen dio al protagonista del drama que le musicó el rebelde compositor Edward Grieg. Se estrenó hace ya casi 150 años. Puede ser que la obra no se represente ya, pero ¿quién no se ha sentido lleno de tristeza por la muerte de la madre Aase, angustiado por el hechizo horrendo de la hija del Rey de las Montañas, seducido por la danza de la coqueta Anitra en el escenario del lejano y sin fin desierto de África donde Peer había caído en la esclavitud de ser tratante de esclavos, o escuchando, de vuelta ya de todo, la dulce canción de Solveig, su primer amor, su verdadero amor, su único amor, el amor que redime?
El adolescente Peer Gynt quiere llenar su vida de sueños, de riqueza, de amor, de felicidad… Pero nada es noble en lo que encuentra, porque su corazón no es noble. La Nada, la Sombra, el fracaso, el desengaño, el escarmiento, el vacío, la traición de los que parecían amigos le hacen volver a una tierra que es la suya, la de su destino. Porque es la de su cuna y la de una encantadora muchacha toda dignidad y amor que estuvo siempre esperando.
Peer Gynt es una metáfora existencial, una parábola de la vida. Ibsen, que supo ahondar en el corazón de la mujer (¡y denunciar el egoísmo del hombre!), por ejemplo en su espléndidamente triste Casa de muñecas, nos hace pensar que la educación en la que no se ofrece como supremo valor el servicio, es decir, el amor, la entrega al otro, es una educación de formas, de ciudadanos, de comensales en la mesa de los amiguetes, pero vacía de los cimientos y tejidos que le hacen a un hombre ser compañero de camino hacia la Verdad y la Justicia.

martes, 10 de febrero de 2015

Idiotas?

Hay quien estudia cosas arcanas, lejanas, profundas, raras… Y hay quien lo hace en solitario y quienes lo hacen en equipo. Hace poco, según la prensa que sin duda has leído, un equipo del Instituto de Medicina Celular de la Universidad de Newcastle del Reino Unido obtuvo un primer premio por los resultados obtenidos en un estudio peculiar: constatación científica de la idiotez masculina. ¿Qué camino han recorrido? Han fijado su mirada en la tendencia, mayoritaria entre los hombres, de asumir riesgos innecesarios, es más, irremediablemente estúpidos.
Aducen como prueba las salas de urgencia de los centros médicos y las causas de muerte del débil ser humano. A los hombres les gusta mucho más que a las mujeres sufrir accidentes, coleccionar lesiones por temeridad y deporte, atravesarse de algún modo en el tráfico mecánico, lucirse en proezas de superhombre, presumir de que están muy por encima de las leyes de la gravedad, sonreír por encima del hombro cuando ven a sus pies a la mujer (¡las mujeres!) asustada mientras él se balancea en una cuerda floja.
Copio la noticia: “…son mucho más propensos que las mujeres a sufrir lesiones accidentales y deportivas, así como a ser víctimas de accidentes de tráfico, con una probabilidad mayor de un amargo final sin vuelta atrás. Esta diferencia entre sexos puede ser explicada por factores culturales y socioeconómicos, ya que con mayor frecuencia ellos practican deportes de riesgo o tienen empleos peligrosos, pero existe algo que llaman el «riesgo idiota», un riesgo sin sentido y en principio sin ninguna recompensa que suele terminar muy mal, en el que los varones destacan y mucho.
Según la teoría de la idiotez masculina (MIT, por sus siglas en inglés), los hombres son más propensos a las lesiones y la muerte simplemente porque son idiotas y los idiotas hacen cosas estúpidas. Hasta ahora esta teoría estaba sostenida sobre datos anecdóticos, pero los investigadores quisieron hacer un análisis sistemático de la diferencia entre sexos a la hora de comportarse de forma poco comprensible”.
¿Podemos hacer algo? Yo creo que sí y me atrevería a resumirlo en una sencilla y seria aseveración: “No ser (tan) presumidos: ni ante las mujeres, ni ante los conocidos, ni ante los hijos, ni ante los amiguetes, ni ante los desconocidos, ni ante nosotros mismos”. Se podría resumir: “Sé cuerdo” o “No seas idiota”.
En español la sigla de la teoría sería TIM. No trates de timar a nadie.

jueves, 5 de febrero de 2015

La madre.

En la valiente visita que hizo el Papa Francisco a Tierra Santa del 24 al 26 de mayo de 2014 oró en el llamado Muro de las Lamentaciones de Jerusalén. Y colocó después un papel con una oración en una de sus hendiduras. Explicaba después: “He escrito el Padre nuestro en español como lo aprendí de mi madre”. 
El nombre de ese muro es Hakótel Hama'araví, es decir, Muro occidental. A la vista quedan 60 metros, aunque lo que se conserva de él son casi 500. Es parte de los muros de contención de la explanada del Templo judío que, como sabes, tuvo dos etapas: el de Salomón (siglo X aC), destruido por la barbarie babilónica (587) y el de Esdras y Nehemías (536), embellecido y casi sustituido totalmente por Herodes el Grande y destruido por la barbarie romana (70 dC). Parece que esta parte del muro fue obra de Agripa II (27-100), bisnieto de Herodes el Grande. Es un lugar de oración, de Salmos, Tehilim (alabanzas) y oraciones al único Dios. Se hacen también las ceremonias del Bar Mitzva (Hijo del Precepto), mayoría de fe de los varones judíos a los 13 años de edad.
Lo anterior, todo lo anterior me sirve para mirarme hacia dentro, hacia mi propia condición de creyente: ¿Rezo? ¿Enseño a rezar? Parece que decir rezar significa recitar, repetir una fórmula que casi siempre hizo otro que guardo en la memoria y la digo yo también. 
Rezar no es un oficio de la memoria ni de los labios ni de la mente. O no solo de la memoria, de los labios y de la mente. Es placer del corazón. Es sentir a Dios en la propia vida, es oír los latidos de su corazón en los pasos que doy, en las actos que voy realizando, en las lágrimas que vierto, las de las penas y las de las emociones, es estar seguro de que no estoy solo, de que no camino en solitario, de que su amor me acompaña siempre, envuelve mis dudas, acaricia mis proyectos, bendice mis amores…
¿Enseño esto a mis hijos, a los que acompaño en los primeros pasos de su experiencia de creyentes? ¿O creo que ser padre y educador es solo dar seguridad a lo que aprenden y fortaleza en lo que emprenden?  

sábado, 31 de enero de 2015

Bicentenario del nacimiento de Don Bosco.

El 15 de agosto de 2015 se cumplirán 200 años del nacimiento de San Juan Bosco (1815-1888), sacerdote turinés fundador de los Salesianos, que dio origen a la Familia Salesiana, un amplio movimiento en la Iglesia de congregaciones religiosas y grupos de seglares que, inspirados por él y con su espíritu, trabajan en la evangelización y educación de los jóvenes.
Aunque las celebraciones por el Bicentenario se iniciaron en agosto del pasado año, con la entrada del 2015 se multiplican los actos conmemorativos. En torno al 31 de enero, festividad litúrgica de San Juan Bosco, se han organizado decenas de actividades religiosas, culturales y deportivas en las presencias salesianas.
El Rector Mayor de los Salesianos, el español Ángel Fernández Artime, ha explicado que esta celebración “será una oportunidad para una verdadera renovación espiritual y pastoral en nuestra Familia. Una oportunidad para vivir con renovada fuerza la misión encomendada, siempre por el bien de los jóvenes de todo el mundo”.
En la actualidad 15.300 salesianos, presentes en 132 países, se dedican a la educación y evangelización, la promoción y la defensa de los derechos de niños, niñas y jóvenes. Además, cuentan con la colaboración de más de 100.000 seglares, entre educadores y animadores que ofrecen su apoyo y entrega a esta labor.
En España la presencia de los salesianos está organizada en dos provincias religiosas o inspectorías, circunscripciones que agrupan las comunidades salesianas y las obras que estas dirigen y animan en un determinado territorio.
La Inspectoría de María Auxiliadora, de la zona sureste junto con Baleares y Canarias, tiene su sede en Sevilla. Cuenta con 58 comunidades, en las que hay un total de 457 salesianos. La red inspectorial se compone de 61 centros escolares (29 con Formación Profesional), 58 centros juveniles, 112 plataformas sociales y 52 parroquias.
La Inspectoría de Santiago el Mayor, de la zona centro y noroeste de España, tiene su sede en Madrid. En sus 54 comunidades hay 618 salesianos. Su labor se extiende a través de 35 colegios (21 con Formación Profesional), 46 centros juveniles, 43 plataformas sociales y 47 parroquias.
De esta forma se hace realidad el deseo de Don Bosco de que las comunidades salesianas sean casas que acogen, escuelas donde se aprende, patios en las que se juega e iglesias que evangelizan.