martes, 27 de febrero de 2018

La Opuntia Ficus- Indica: lección de pedagogía.


Los científicos llaman a la chumbera Opuntia Ficus-Indica. Pero las lenguas menos clásicas la conocen como Nopal, Tuna (con muchos apellidos), Tunera, Alquitira, Cardón de México, Choya, Higo de Barbaria, Higo de pala, Higo de México, Higuera de plata, Nopal castellano, Palera, Penco, Tasajillo…
Y es una planta y son unos higos a los que deberíamos prestar más atención y ofrecer más estima por muchas razones. Los entendidos nos dirían todas. Aquí vamos a ir por lo sencillo.
Se trata de un cactus de origen mexicano, cultivado con atención (o presente con respeto por sus pinchos) desde hace siglos, en la costa de todo el Mediterráneo. Ofrece grandes valores que no pueden ignorarse en la vida práctica económica. Por ejemplo, bebe poco. Soporta casi sin inmutarse la pérfida contaminación del aire al absorber grandes cantidades de dióxido de Carbono. Tiene propiedades nutricionales excelentes. Crece en áreas semidesérticas. Es listo como él solo y abre sus estomas de noche y realiza los cambios gaseosos para la fotosíntesis cuando la temperatura es más suave por lo que corre menos riesgo de perder líquido por la evaporación. Almacena en sus grandes palas el agua sobrante y vive en zonas donde la lluvia es escasa. Puede utilizarse como alimento humano, pasto para los animales, fuente de vida para insectos con los que se producen colorantes naturales. Protegen el suelo al dificultar la desertificación. Se comen sus higos, se pueden comer sus palas jóvenes  en ensalada, sopas y fritos...
Por todo ello hay zonas de Europa, por ejemplo Sicilia, en las que se cultiva con éxito agrícola y económico. 
No estamos invitando a cultivar higos chumbos. Estamos invitando a desmoronar la torpeza de los educadores, padres y maestros, que descartan a niños y adolescentes, jóvenes y maduritos… porque les gustaría que los frutos de nuestra educación se diesen en muchachos brillantes, prometedores, guapos y simpáticos. ¿De verdad que hemos tratado de intuir el valor oculto en un muchacho huraño, poco agraciado, con mal tipo, fácil para el enfado, de pocos amigos, apartado del resto…? ¿No hemos pensado que, como cualquier muchacho, sobre todo porque se siente inseguro, porque no confía en sí mismo, porque cree que se le orilla y ha recibido frecuentes soflamas (de su padre, por ejemplo), necesita una mano amiga que se acerque a él, un corazón grande que manifieste sincero interés por él, un saludo que le haga sentir que se le tiene en cuenta, la invitación a charlar en un rato que le vaya bien, pedirle algún favor que nos pueda hacer…? 

jueves, 22 de febrero de 2018

Oumuamua o el rechazo infinito.


Como vives mirando al cielo, habrás visto ya a OUMUAMUA, nombre que, en hawaiano, quiere decir enviado o mensajero, aunque al principio se le conoció como 11/2017 U1. En el observatorio Pan-STARRS 1 de Hawai creyeron el día del descubrimiento hace cuatro meses, el 19 de octubre pasado, que era un vulgar asteroide del sistema solar. Pero advirtieron bien pronto que su viaje iba hacia el espacio interestelar, mucho más allá de lo que pudiéramos pensar.
Mide 400 metros de largo y diez veces menos de ancho, con forma apepinada, y colores que varían del rojizo al azulado o “gris-nieve-sucia”, según la cara que muestre en su giro caótico cada 7 horas y media; que viene de un viaje de miles de millones de años y que se encamina de nuevo hacia el espacio infinito (es un decir).   
Los científicos creen que Oumuamua “impactó con otro asteroide antes de ser expulsado ferozmente de su sistema hacia el espacio interestelar”.
Se me ha ocurrido, al leer lo que precede, comparar el hecho con el que han sufrido alguno de los muchachos con los que me he encontrado en mi vida. Frente a  la violencia física sufrida por el Oumuamua, la psicológica y moral que ha visto arrastrar a alguno de ellos y que determinaba la trayectoria de su conducta, la actitud de sus reacciones y, en el fondo, porque del fondo brotaba lo anterior, un dolor incurable.
Hay padres y educadores que califican, con un atrevimiento insensato, a sus hijos o educandos, como raros, inaguantables, incorregibles. Y poco a poco se afirman en la convicción de que la causa de todo está, no en su propia intolerancia, sino en la torva condición de su víctima. La frecuente hipersensibilidad en alguno de nuestros muchachos nos impide acercarnos a ella y tratarla como una riqueza, no como una condición indeseable o incorregible.
Basta a veces una leve confesión de nuestros sinceros interés y afecto hacia ellos para que descubramos la hondura de su pesar y la necesidad que tienen de que los consideremos parte entrañable de nuestra vida.

sábado, 17 de febrero de 2018

Cristo Velato (o descubrir a Jesús).


La estatua del llamado Cristo Velato (Cristo cubierto con un velo) es un tesoro de la Capilla Sansevero de Nápoles. Y durante mucho tiempo, además de un tesoro, era un misterio, porque se desconocía su autor. Y hasta se dice que algunos estudiosos  suponían, dada su belleza y su realismo, que era obra de un alquimista que había convertido en mármol el cuerpo de un hombre.
Eduardo Nappi, archivero de la Fundación Banco di Napoli, descubrió hace pocos años dos notas de pago en el Archivo Histórico de la citada Fundación que conserva la documentación bancaria de las ocho instituciones de crédito activas en la ciudad desde el siglo XVI al XIX.
El Príncipe Raimondo di Sangro había firmado el 16 de diciembre de 1752 una orden de pago de 50 ducados para el Banco di Santissimo Spirito: “… pagaréis al magnifico Giuseppe Sanmartino a cuenta de la estatua de Nuestro Señor muerto cubierta con un velo también de mármol” y otra orden de 30 ducados que ejecutó el Banco della Pietà el 13 de febrero de 1754 “para completar los 500 ducados como precio total convenido de la estatua esculpida en mármol de Nuestro Señor Jesucristo muerto cubierto con una sábana de velo transparente del mismo mármol por dicho Sanmartino…”.
En estos días en que inauguramos la Cuaresma, que es una invitación a descubrir a Cristo vivo, entregado, muerto y resucitado es bueno descubrir le realidad viva de los que creemos  en Cristo como regalo del Padre para que sea en nuestras vidas, no un monumento histórico y artístico, sino una realidad viva sin velos que nos lo oculten o nos lo aparten, una realidad que determine el Norte del proyecto humano de nuestros educandos y nuestros  hijos.

sábado, 10 de febrero de 2018

Sénia, patria de olivos milenarios.


La Mancomunidad del Territorio de Sénia comprende algo más de 2.000 kilómetros cuadrados. Son, como sabes, 27 municipios de Castellón, Tarragona y Teruel. Y en ella hay un tesoro: casi 5.000 olivos milenarios en la mayor concentración de viejos y gloriosos olivos del mundo. Tienen más de tres metros y medio de perímetro y se elevan a 1,3 metros del suelo. Entre los estudiados por la Universidad Politécnica de Madrid hay media docena que tienen entre 1.000 y 1.490 años. Y entre los que están todavía esperando que se les extienda su fe de nacimiento hay uno en Ulldecona (Tarragona) que se calcula que llega a los 1.703 años.
El 9 de junio 2016, en el Salón de conciertos Vigadó de Budapest, el Consejo de Europa, ¡nada menos!, otorgó una mención especial al Paisaje de olivos milenarios del Territorio Sénia (España), noble paisaje olivarero, lleno de vida y de experiencia.
Parece que Sénia, el nombre que ha quedado, viene de saniya, como llamaban los árabes de la zona a una noria o aparato similar frecuente en aquellas tierras para el  riego. Hasta nosotros ha llegado como acenia, usado en muchos lugares desde el siglo XII o sus cercanías.   
A mí Senia me suena (pero que me suene no quiere decir nada) a viejo. Con toda la razón. Senex, vetulus… era viejo entre los romanos. En las culturas llamadas clásicas ser viejo era un valor. Porque a esas edades se consideraba que ser viejo era tener la mente (la sien) madura, el corazón engrandecido y enriquecido por la experiencia, la prudencia, la sabiduría, la paciencia, la bondad…
Es sabio (de viejos o no) educar en el aprecio a los mayores. Hay muchos argumentos para ello: el reconocimiento a su condición de fuente: de la vida, del ingreso en la sociedad humana, del aprendizaje del oficio de ser recto y justo, del sentido del equilibrio y la equidad, de saber dar al tiempo la pausa que necesita para que el nuevo árbol (el hijo, el nieto…) crezca, se afiance, se embellezca de flores, dé fruto… 

domingo, 4 de febrero de 2018

Hipatia, la más noble y antigua.

Hipatia de Alejandría - ¿recuerdas? - fue una notable estudiosa griega que sobresalió en el campo de las matemáticas y de la astronomía allá por el final del siglo IV y el comienzo del V. Murió víctima de la incomprensión en una triste algarada de cristianos.  
Su nombre griego parece sugerir el concepto de excelsa, la más alta o noble.
Por esta Hipatia, probablemente, y por su rareza, dieron los astrónomos su nombre a un meteorito que se encontró, como sabes, el año 2013, en el suroeste de Egipto. Y dicen, los estudiosos comentaristas de la naturaleza de esta piedra, que siguen con la boca abierta, sin saber ni comprender muchas cosas de ella.    
Aseveran, por ejemplo, algunos investigadores que “nunca había formado parte de un asteroide o cometa”; que su composición “no tiene absolutamente nada que ver con la de ningún meteorito, que suelen contener una pequeña cantidad de carbono y una gran cantidad de silicio”, mientras que Hipatia "tiene una enorme cantidad de carbono y una cantidad inusualmente pequeña de silicio" y que contiene una gran cantidad de compuestos de carbono poliaromáticos, componente esencial del polvo interestelar, que existía incluso antes de que se formara nuestro Sistema Solar".
Es decir, que es más vieja que el Sol y que podría tener más de cinco mil millones de años, edad que justifica que se la llame Hipatia (excelsa, la más noble, la más antigua).
Como tienes oportunidad para ahondar en este campo si te agrada, paso a una consideración muy sencilla y para algunos (tú no estás entre ellos, naturalmente), muy necesaria y para todos útil en la guía del juicio de nuestros pupilos.  
Todos hemos conocido la actitud de algunos que (ante un hecho o una cosa o la condición de una persona que dicen no comprender) afirman que es imposible, que es mentira, que es un invento que favorece no sé qué fines ocultos y tal vez inconfesables.   
La humildad no preside muchas veces nuestros juicios. Y esto nos hace incapaces de ser justos. Es más, incapaces de ser inteligentes. Inteligente, dicen, como sabes, aquellos que modelan las palabras, son los capaces de leer dentro de las cosas, de las personas, de los fenómenos, de la Historia. ¡Y de las humildes historias del amigo, del enemigo, del conocido, del desconocido…!
¡Cuántos patinazos da el juicio cuando de juicio se tiene poco, pero se abunda en osadía, insensatez, envidia, agresividad y desfachatez!