El Monasterio de Maulbronn (Baden-Württemberg, en Alemania) fue declarado, en 1993, Patrimonio de la Humanidad por
la Unesco.
La razón para ello fue que «El complejo de Maulbronn es el más completo que se
conserva de un establecimiento monástico cisterciense en Europa, en particular
debido a la supervivencia de sus amplios sistemas de manejo del agua de canales
y embalses»
El
joven Hermann Hesse ingresa en él como seminarista en 1891. Escribía en una
carta (24 de febrero de 1892): "Estoy feliz, feliz y satisfecho. Hay un tono que me atrae”, pero el 7 de marzo huye (¡odia la gimnasia!). Un
gendarme lo lleva de nuevo, se le castiga unas horas y en el mes de mayo
siguiente lo abandona definitivamente.
Pero
de aquel breve tiempo vivido allí volcó con cierta nostalgia, ya Premio Nobel
(1946), su recuerdo en Bajo las ruedas.
El acercamiento a la historia, a la biografía
de hombres grandes, a la admiración de la belleza en tantas formas como se nos
ofrece, la veneración por la Historia que es la síntesis de un pasado que ha
hecho grande el mundo en que vivimos, que es maestra de valentía, de
generosidad, de fortaleza en superar el mal y la malicia sin dejarse contaminar
por el derrotismo, deben ser lecciones que amemos, profundicemos, asimilemos,
hagamos nuestras y ofrezcamos a nuestros hijos y a los que cerca de nosotros
aprendan a ennoblecer la historia que les toque vivir.