Cuando volvemos a nuestra Universidad Laboral de Zamora y entramos en la
impresionante iglesia de María Auxiliadora, del eminente arquitecto Luis Moya
Blanco (1904-1990), tan bien conocida por nosotros, admiramos los tres grandes
óleos que llenan casi la totalidad de las paredes laterales y el fondo del
coro. Todos recuerdan su contenido y significado. El sueño que tuvo Don Bosco
viendo que la Iglesia, combatida por los siglos, seguía su avance alentada por
las dos columnas de la Eucaristía y María Auxiliadora. El sueño de los
creadores de las Universidades Laborales de ayudar a construir un mundo nuevo,
forjado en el esfuerzo y la entrega. El canto de los hombres a su Madre elevada
en lo alto.
Su autor fue en 1957 el admirable pintor zamorano (1925-2004) cuando
tenía 32 años. En Cubillas de Santa Marta (Valladolid) pasó sus últimos años.
De Cubillas decía: «Aquí,
en Cubillas, pinto, como, trabajo, cazo perdices, ando por los rastrojos,
charlo con los amigos, amo y vivo, porque el paisaje es determinante». Y Chema
– fue siempre un amigo cercano para todos – “vivía Castilla para pintarla”.
Chema para los amigos
y José María García Fernández para el
registro civil, era Castilviejo en la pintura. Cuando le preguntaron por qué
quería ese nombre respondía: «En honor a mi padre, que era de Rioseco, y
para él la Virgen de Castilviejo era su virgencita, la que en medio del campo
tiene la ermita. Y era tal la devoción que tenía y no era un beato, que
entonces yo quería devolver a mi padre algo de lo muchísimo que me dio. Era
algo en su honor y para mí es un orgullo».
El día 8 de
septiembre se celebra la fiesta patronal de Nuestra Señora La Virgen de Castilviejo
con romerías en las praderas de la ermita: Misa, procesión, limonada y dulces.
La imagen actual de la Virgen es copia de la que desapareció hace algunos
años. La imagen original, de sesenta centímetros de altura, era una
talla del siglo XIII, de madera de peral policromada. La Virgen, sentada,
abraza con su brazo izquierdo a su Niño y muestra una manzana en la mano
derecha.
Estas noticias de
algo tan entrañable como la acariciada herencia de un padre en las manos de un
hijo artista, la presencia vida y vivificante de una Madre de todos los hombres
y el rescoldo nunca apagado del pasado por nuestra querida ULZ bien valen para
encerrarnos un rato en lo hondo de nuestros sentires para abrazar con fuerza
entrañable tanto germen bello y bueno como hemos recibido y hemos tenido el
placer celestial de convertir en
cosecha.