lunes, 21 de septiembre de 2015

Has visto?

Resulta que lo de pedir un asiento para cambiar de aires en lejanos lugares no era solo un pacto, más que amistoso, entre aquel cuervo y aquella águila calva de Seabeck que ya contemplamos. Mire usted ahora este mirlo de alas rojas (Agelaius Phoeniceus) en la grupa de una Poiana de Jamaica (Buteo Jamaicensis), de la Reserva Natural de De Soto y Boyer Chute de Nebraska y Iowa, en la fotografía de Mike White; y esta osada comadreja (Mustela nivalis) -que puede verse al final de nuestra entrada- bien segura sobre un pájaro carpintero verde (Picus viridis) de algún lugar misterioso de estos lares. (Lo de bastardilla encerrado en paréntesis es para mi querido amigo Heliodoro que gusta, me dice, de acercarse al mundo vivo con nombres siempre vivos). 
Nuestro mal es que no miramos hacia arriba. Miramos, en cambio, mucho el fango que nos rodea y que no llega a animarnos a cambiar de camino. Es verdad que estamos hechos de barro (¡o de alguna otra sustancia menos noble!) pero ni podemos contentarnos con llorar nuestro sino, ni contagiarnos con la mísera convicción de algunos de que, de mancharse, hay que hacerlo hasta el tuétano. Es esa verdad (que vemos en crónicas de sociedad, de falso deporte, de pseudoarte, de economía, de política y hasta de religión) para algunos que hacen del lodo, que tantas cosas tapa, una meta, un objeto y un instrumento artero de muerte.
A nuestro alrededor hay muchos que pisan la tierra y vuelan sin mancharse, y cargan con otros, con sus caprichos, sus debilidades, sus cobardías, su vagancia, sus reticencias para ponerse a hacer algo por los demás. Y hay otros que critican que se atienda a gentes que huyen de la persecución en sus hogares, de pobres sin nada, de soñadores o de ilusos que saltan la valla creyendo que van a encontrar salvación y encuentran desconfianza, temor, rechazo… Sigo volando (o enlodándome) pero yo solo, hablando mucho, despotricando mucho, pero sin tener que cargar con nadie que no sea yo mismo. 
En el precioso mundo de nuestros estímulos para hacer del otro un yo-mismo hay un ejemplo maravilloso que nos propuso el Maestro de todo Amor: el del caminante que se encuentra, bañado en el barro de la agresión y del desprecio, a un miserable extranjero, un juthita, un cutheo, un abominable samaritano y… carga con él. 

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Es vil y despreciable.

Este animal que preside la lectura de hoy es un ser admirable. Vive en fondos marinos de Nueva Zelanda a mil metros de profundidad hasta donde no le ha interesado a nadie llegar hasta hace poco. Lo llaman, me parece, blopfish. Es pacífico y digno. Y, según nuestros estrechos criterios estéticos, muy feo.
No hay ser vivo que no sea, como el blopfish, pacífico. ¡En principio! La violencia de algunos animales los mueve a actuar como animales: depredadores, voraces, sañudos, reivindicativos, agresivos… todo lo que quieras, pero siempre en el ejercicio forzado de su animalidad. Nunca son viles. Un león ataca a un antílope porque necesita hacerlo para vivir. Un tigre que ataca, despedaza y se come un bisonte cumple con su deber. Y un cocodrilo como el de la derecha hace suyo a un aborregado ñu que intenta, como todos, atravesar un río.    
La vileza es una propiedad exclusiva del hombre. El hombre piensa, razona, estima, juzga, construye… y ¡ama!  Y ese hombre que se juzga a sí mismo digno, respetable, merecedor del aprecio de otros hombres, representante del grupo del que forma parte, forjador de un futuro más noble, más libre, más generoso no puede ser vil. No lo es, pero a veces nos comportamos con vileza. Nos convertimos en seres despreciables. Es vil, despreciable, el que no deja que el otro, todo otro, piense como quiera, vote a quien quiera, escriba lo que quiera, haga lo que quiera aunque no le guste. Porque si, en su afán de husmeador, descubre que el otro ha actuado de verdad mal, tiene el deber de hacerlo saber a la autoridad que corresponda que, sin duda, intervendrá también como corresponda. Digo yo. Atragantan los jueces aficionados que todo lo cascan, lo miden, lo critican y lo condenan. En los medios de comunicación (¿comunicación?), sermones, tribunas de televisión y de prensa, por la calle, en las tertulias, en los mentideros de todo tinte y calibre, en la mal llamada política, en los partidos, en las instituciones…. hay siempre algún mentecato, mal de la cabeza, que se siente con derecho y superioridad para decir cómo hay que hacer las cosas (¡si solo fuese eso!), calificar (¡descalificar, claro!), atacar, insultar, zaherir, despreciar, morder, despedazar si puede… al que no piensa como piensa él y no dice lo que manda él. Es el patético dictador que nunca admite que ejerce ese inaguantable oficio (¡ay de ti si se lo intentas explicar!), mientras que no acepta de ningún modo cualquier otra dictadura que no sea la suya.
Hay quien se recrea en sentirse rey del pensamiento, dispensador de opciones políticas, de fórmulas económicas, morales, sociales, inquisidor de intenciones ajenas y tristemente vil  payaso del gran circo del mundo. 

viernes, 11 de septiembre de 2015

Celti.

Parece que la Celti turdetana (hoy probablemente Peñaflor, en la provincia de Sevilla, tocando a la de Córdoba, y al lado del Guadalquivir que pasa joven y haciendo eses) fue una plaza romana importante en el comercio de aceites y alfarería en el siglo I aC. Tuvo moneda propia. En un ejemplar conservado aparece un jabalí alcanzado por una lanza (muy cerca, a unos siete kilómetros, está la sierra) y consta la abreviatura, CELTITAN, del nombre completo que le dio en el año 74 el emperador Vespasiano: Municipium Flavium Celtitanum
Además del yacimiento arqueológico de La Viña, se conservan restos funerarios, que siguen hablándonos. Una estela funeraria nos regala la biografía de un joven. Leamos:
"A los Dioses Manes. Aquí yace Quintus Marius Optatus, natural de Celti y de edad de veinte años. ¡Ay, dolor! ¡Oh tú, caminante, que pasas por la vera de este camino!, entérate quién fue el joven, cuyos restos mortales se guardan dentro de esta tumba. Apiádate de él y ofrécele tu saludo. Era diestro en lanzar el arpón y el anzuelo al río, de donde sacaba abundante pesca; como buen cazador sabía clavar su jabalina en el corazón de las fieras bravas; sabía también apresar a las aves con varas untadas de liga. Además cuidaba del cultivo de los bosques sagrados, y a ti, ¡oh Diana!, nacida en Delos, casta, virgen y triforme luna, erigió un santuario tutelar en la sombreada floresta, cumpliendo lealmente el voto realizado. En el gran predio de su heredad dio feliz impulso a las tareas agrícolas, haciendo que con ellas se uniesen los extensos valles a los pintorescos paisajes y las ásperas cimas de la sierra, bien surcando los eriales con el arado, bien metiendo y protegiendo en hoyos hechos con cuidado, los tiernos sarmientos de la vid”.
¡Una densa vida bien apretada en veinte años! Ilusionado con la vida, emprendedor,  amante de su tierra, superior a las bestias, habilidoso en las artes de pesca y caza, valiente y seguro ante las “fieras bravas”, de corazón devoto hacia Diana y fiel a la pietas paterna que, sin duda, cultivó hacia sus padres. Porque ellos ¿quién, si no?, pusieron sus restos en la orilla del camino (como se hacía con quienes se quería mantener cerca) y lloraron, ¡Ay dolor!, su precoz descanso.
¿Algo que escuchar? Sin duda. La identificación con un ejemplar modélico que nos anima a creer en nuestros hijos, en nuestros educandos, en su crecimiento integral, en su sueño de poder servir como ejemplo e incentivo para sí mismos y para los demás.    

domingo, 6 de septiembre de 2015

Una cruz barata...

Franciszek Ksawery Pruszyński, polaco, fue periodista, escritor y diplomático polaco. Vivió en su corta vida los vaivenes históricos de su patria (1903-1950) y adoptó para su vida el color del momento. Conservador en su juventud, llegó a simpatizar con el comunismo llegando a ser diplomático al servicio de la República Popular de Polonia.
En 1936 fue enviado como corresponsal a la Guerra Civil Española, en Madrid. En  1939 formó parte del ejército polaco al servicio de los aliados.
En la España republicana estuvo desde septiembre de 1936 hasta el año siguiente en que volvió a Polonia. Como fruto de su experiencia escribió En la España roja.
En sus crónicas se puede leer su experiencia visitando un hospital de sangre atendido, como enfermeras, por Hijas de la Caridad. De allí conservó «la imagen de una monja, joven, con una cruz “barata” que le colgaba del cuello, y que cambiaba vendas “sucias y repugnantes” de un herido». Y recordaba: «Jamás he agachado tanto la cabeza ante un ser humano y probablemente jamás en toda mi vida volveré a agacharla tanto»”.
“Agachar la cabeza” no es sino reconocer la grandeza de una persona, de un gesto, de un acontecimiento. Y es un gesto de personas que, por su madurez, descubren la grandeza personal, el valor, la generosidad y el amor de muchas personas sin aparente relieve y casi insignificantes socialmente, que viven con amor su relación con el prójimo. Y cuando una cruz “barata” sobre el pecho refleja toda la riqueza del corazón de quien se fía de Aquel que dio la vida por amor a todos los hombres de todos los colores y de todos los frentes, está cerca de descubrir el misterio de la fe en Cristo.  

martes, 1 de septiembre de 2015

El grato recuerdo...

De ANS (Agencia de Noticias Salesianas) de Argentina es justo copiar la reseña que sigue. Ciento cuarenta años parecen pocos en la larga y densa Historia de una nación. Pero estos ciento cuarenta años de la presencia salesiana en aquella bella y querida tierra están llenos de la fecunda siembra que don Juan Cagliero y sus nueve acompañantes y sus sucesores han hecho con tanto acierto.   
“El 14 agosto por la tarde quedó formalmente inaugurado el museo de Don Bosco en Argentina. Se trata de un espacio interactivo que tiene su sede en un lugar histórico para la Familia Salesiana: la Iglesia Mater Misericordiae, que fue el lugar en torno al cual se congregaba la Comunidad Italiana en Argentina, y la casa de los primeros salesianos enviados por Don Bosco, para cumplir el sueño de ser misioneros en la Patagonia.
Así mismo, en el 2015 dicho lugar cobró un significado especial, dado que este año, además del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco, se cumplen 140 años de la llegada de los primeros misioneros salesianos a la Argentina.
La inauguración contó con la asistencia y participación de un numeroso público entre los que se destacaron los Exploradores Argentinos de Don Bosco, que asistieron en el marco de los festejos por el centenario de la fundación del movimiento. Durante el evento también estuvo presente el cardenal argentino Mario Poli, quien celebró la Eucaristía y tuvo palabras de agradecimiento y elogio para con los salesianos.
El Museo de Don Bosco en Argentina es un espacio preparado para que las personas que lo visiten puedan participar poniendo en juego los diferentes sentidos. Así, a lo largo de las cuatro salas con las que cuenta, se propone a los invitados no solo conocer y comprender la Obra de Don Bosco, sino también poder interactuar con la muestra, tomando un rol activo durante toda la visita. Se trata de un ámbito en el que la sola visita se transforma en una experiencia vital, que provoca, sensibiliza y motiva a la acción.
El Museo es una oportunidad para toda la Familia Salesiana de renovar el compromiso de llegar a los jóvenes y acompañarlos en sus retos, aprendiendo del pasado, para comprender el presente y soñar el futuro.”

jueves, 27 de agosto de 2015

Por qué?

De Guwahati, India, llega hoy (22 de agosto de 2015) esta nota: “Una estatua de Don Bosco fue arrojada al río Bharalu, cerca de Guwahati, en el estado de Assam. La estatua había sido inaugurada el 7 de agosto con motivo del bicentenario. El padre Thomas Vattathara SDB, inspector de los Salesianos en Guwahati, dijo «la estatua  instalada contaba con todos los permisos necesarios del gobierno».
Las primeras investigaciones llevaron a la policía a detener a cuatro personas acusadas de destrozar la estatua y tirarla en el río un par de horas antes de la ceremonia de apertura.
Mons. John Moolachira, arzobispo de Guwahati,  dijo a Asianews: «La labor educativa de los salesianos es muy  reconocida por todas las religiones en Assam, y un porcentaje importante de la población ha sido beneficiada gracias a ellos. Este incidente es deplorable y algunos elementos son responsables. El desacuerdo y el disentimiento deben ser vistos bajo una luz positiva; pero profanar y luego arrojar al río una imagen religiosa hiere profundamente nuestros sentimientos». 
Una herida en el corazón no se cura nunca. Y si la herida viene de quien necesita desahogar su mente o su vida con signos de muerte, se sufre más hondamente. Queda siempre la amargura de una pregunta sin respuesta: ¿Por qué? ¿Ha entendido alguien la muerte de Abel por la mano de su hermano Caín? Cuando la herida se hace como forma de una venganza, puede entenderse que se busca una justicia que sería injusta con una ejecución que sería inútil. Pero cuando no hay ni sombra de venganza, cuando de la herida no sangra ningún bien para nadie, debe entenderse que compartimos la historia con quien no merece ni siquiera haber entrado en ella.

sábado, 22 de agosto de 2015

Laguna colorada.

La Estación Espacial Internacional es un observatorio excepcional para muchas misiones. Una, tal vez poco científica, pero muy nostálgica y muy lógica, es la de sentirse asomado a un balcón de la Estación y exclamar, como  ET, pero en dirección contraria, “¡Mi casa!”.
La Laguna Colorada, de nombre sencillo casi infantil y muy acertado, se halla, como sabes, a 4.300 metros sobre el nivel del mar en los Andes de Bolivia. No es muy grande (10 kilómetros) ni muy profunda, pero, bella y salada, se envuelve en un manto rojo-marrón, ya lo ves, que la haría sentirse prima lejana del Río Tinto. No es lo mismo. El Río Tinto arrastra aguas teñidas de minerales de cobre, hierro, manganeso… la tetraedrita, la goethita, el azufre… Y la Laguna boliviana debe su hermoso color a las algas, rojas o verdes, según la estación, que crecen en su agua salada. Es un Humedal Ramsar de Importancia Internacional (en 1971 se definieron en ese lugar de Irán, al Sur del Mar Caspio, lugares como el de la Laguna, de los que hoy hay casi dos mil).
Los flamencos, en gran número, acuden allí por temporadas. Se encuentran a gusto: son del color de la Laguna; y del mismo color del fuego, flamma (en Latín).
Pensemos. Y vamos a hacerlo en una línea obsesiva para mí. ¿Valen para algo cosas como la Laguna Colorada?
El monte Taigeto y la roca Tarpeya y el Tíber fueron testigos, tal vez, de la selección social de los nacidos. La fuerza y la belleza eran criterios para decidir sobre el futuro de esos niños.    
¿Y hoy? ¿Y nosotros? Junto a las instituciones que hoy los atienden, a los movimientos que los miman, precisamente porque su anormalidad los hace más amables, ¿nos sentimos cercanos a ellos, prestamos nuestra ayuda, creemos en ellos, los queremos?
Me emocionó encontrar a una joven madre de cuatro niños preciosos, de los que uno iba acunado entre sus brazos. “Es mi tesoro” – me dijo – “Es subnormal profundo”. 

domingo, 16 de agosto de 2015

Como... Con... Para...

¿Qué mejor buenas noches para celebrar los doscientos años que Don Bosco lleva viviendo entre nosotros que las primeras líneas (¡ojalá sigamos leyendo también las siguientes!) de la carta que el Papa Francisco escribió el pasado 24 de junio a nuestro Rector Mayor Ángel Fernández Artime?
Como Don Bosco, con los jóvenes y para los jóvenes
Está viva en la Iglesia la memoria de san Juan Bosco como padre de la familia Salesiana… Igualmente está viva en la Iglesia su memoria como santo educador y  pastor de los jóvenes que ha abierto un camino de  santidad juvenil, que ha ofrecido un método de educación que es al mismo tiempo una espiritualidad, que ha acogido  del Espíritu Santo un carisma para los tiempos modernos.
En el bicentenario de su nacimiento he tenido la alegría de encontrar a la Familia salesiana reunida en Turín, en la Basílica de Santa María Auxiliadora, donde reposan los restos mortales del Fundador. Con este mensaje deseo unirme nuevamente a vosotros en el agradecimiento a Dios y, al mismo tiempo, subrayar los aspectos  esenciales de la herencia espiritual y pastoral de Don Bosco y animaros a vivirla con valentía…
Italia, Europa y el mundo en estos dos siglos han cambiado mucho, pero el alma de los jóvenes, no: también hoy los muchachos están abiertos a la vida y al encuentro con Dios y con los otros, pero hay muchos que corren el riesgo del desánimo, de anemia espiritual, de marginación.
Don Bosco nos enseña ante todo a no quedarnos mirando, sino a ponernos en primera línea, para ofrecer a los jóvenes una experiencia educativa integral que, sólidamente basada en la dimensión religiosa, implique a la mente, a los afectos, a toda la persona, considerada siempre como creada y amada por Dios. De aquí deriva una pedagogía genuinamente humana y cristiana, animada por la preocupación preventiva e inclusiva, especialmente para los muchachos de las clases populares y de las zonas marginales de la sociedad, a las que ofrece también la posibilidad de la instrucción y de aprender un oficio, para hacerse buenos cristianos y honrados ciudadanos. Trabajando por la educación moral, cívica y cultural de los jóvenes, Don Bosco ha actuado por el bien de las personas y de la sociedad civil, siguiendo un proyecto de hombre que conjuga unidos alegría - estudio – oración o, también, trabajo – religión - virtud. De ese camino forma parte integrante la maduración vocacional, para que cada uno asuma en la Iglesia la forma concreta de vida a la que el Señor lo llama. Esta amplia y exigente visión educativa, que Don Bosco concentró en el lema "Da mihi animas", ha hecho que hoy lo expresemos con la fórmula «educar evangelizando y evangelizar educando»".

viernes, 14 de agosto de 2015

Don Bosco, sacerdote.

Italia tiene como capital a Roma desde 1870. Pero el Estado italiano de los Saboya, cuya sede estuvo con anterioridad en Turín, se trasladó a Florencia en 1864 durante poco más de cinco años. Tal vez porque el esplendor de la bellísima ciudad podría aumentar la  prestancia internacional de la monarquía.
Las relaciones entre esta y el Vaticano no eran ni mucho menos fluidas. Y estaban pendientes cuestiones graves para la vida de la Iglesia, especialmente el riesgo de la supresión de algunas diócesis y la provisión de obispos que necesitaban el llamado exequatur o vistobueno del Gobierno para diócesis que llevaban varios años de orfandad.
El tiempo y la investigación después del tiempo pasado permitirán conocer, al menos en  parte, las gestiones que hechas, como enlace oficioso de la Santa Sede, por Don Bosco ante las autoridades civiles, sobre las que el santo mantuvo una reserva celosa.  
El 12 de diciembre de 1866 (era rey Víctor Manuel II: 1864-1871) Don Bosco visitó al Presidente y Ministro del interior Bettino Ricasoli para iniciar una labor de mediación entre la Iglesia y el Estado italiano sobre esos temas, en particular sobre el nombramiento de  obispos en Italia. Antes de entrar en el fondo de las negociaciones, Don Bosco dijo al ministro: “Excelencia, sepa que Don Bosco es sacerdote en el altar, en el confesonario, entre sus jóvenes, sacerdote en Turín como en Florencia, sacerdote en la casa del pobre, en el palacio del rey o en la casa de los ministros”. El ministro le aseguró que podía estar tranquilo y confiado: nadie había pensado en propuestas que no estuviesen de acuerdo con sus convicciones.
Cualquiera diría, acercándose a la biografía de Don Bosco, que toda su ilusión, desde niño, fue llegar a ser sacerdote. Pero si ese cualquiera ahonda en su espíritu y su conducta y conoce su grave temor de no ser apto para ello en sus primeros años de seminarista, o su sufrimiento que le hirió en sus relaciones con su superior eclesiástico que no le entendía, descubrirá que su vida estuvo continuamente conducida por la docilidad a la llamada de Dios para que fuese constante y totalmente sacerdote según el corazón de Cristo, sacerdote ayer, hoy y siempre. 

lunes, 10 de agosto de 2015

Del Papa (y 2).

EDUCAR: «Educar a los jóvenes a salir, a ir, a ser callejeros de la fe, andarines de la fe. Así hizo Jesús con sus discípulos: no los retuvo pegados a sí, como una clueca con sus pollitos. Los envió. Empujemos a los jóvenes para que salgan. ¡Claro que harán disparates! ¡No tengamos miedo! Los Apóstoles los hicieron antes que nosotros. ¡Empujémoslos a salir!» (27 de julio de 2013, Río de Janeiro, catedral de San Sebastián).
FE: «La fe es entera, no se bate. Es la fe en Jesús. Por favor, no batáis la fe en Jesús. Existe el batido de naranja, existe el batido de manzana, existe el batido de plátano, pero por favor no bebáis batido de fe» (25 de julio, Río de Janeiro, playa de Copacabana).
GOZO: «El cristiano es alegre, no está nunca triste. El cristiano no puede ser pesimista. No tiene la cara del que parece estar de luto perpetuo. Si de verdad estamos enamorados de Cristo y sentimos cuánto nos ama, nuestro corazón se inflamará con un gozo tal que contagie a todos los que están cerca de nosotros» (24 de julio de 2013, Santuario de Aparecida).
ÍDOLOS: «Es verdad que hoy un poco todos y también nuestros jóvenes sienten el encanto de tantos ídolos que se ponen en el lugar de Dios y parecen dar esperanza: el dinero, el éxito, el poder, el placer. Con frecuencia una sensación de soledad y de vacío se abre camino en el corazón de muchos y conduce a la búsqueda de compensaciones, de esos ídolos pasajeros» (24 de julio de 2013, Santuario de Aparecida).
LAZOS DE SORPRESA: «Dios actúa  y nos sorprende. La historia de este santuario de Aparecida es un ejemplo de ello. Tres pescadores, después de una jornada vacía, sin lograr pescar, en las aguas del rio Parnaíba encuentran algo inesperado: una imagen de Nuestra Señora de la Concepción. ¿Quién hubiera imaginado que el lugar de una pesca infructuosa se habría convertido en el lugar en el que todos los brasileños pueden sentirse hijos de una misma Madre? Dios siempre sorprende. ¡Dios siempre reserva lo mejor para nosotros! Pero pide que nos dejemos sorprender por su amor, que acojamos  sus sorpresas» (24 de julio de 2013, Santuario de Aparecida).

miércoles, 5 de agosto de 2015

El Papa.

Si lo que sale en estas páginas vale para algo, lo que sigue, sin duda alguna, vale. Por su autoridad, su valentía, su claridad, su inmediatez…
ATENCIÓN: Ayudemos a los jóvenes. Tengamos el oído atento para escuchar sus ilusiones, para escuchar sus éxitos, para escuchar sus dificultades. Tenemos que sentarnos, escuchando tal vez el mismo libreto, pero con una música diferente, con identidades diferentes. ¡La paciencia de escuchar! Esto os lo pido con todo el corazón. (27 de julio de 2013, Río de Janeiro, catedral de San Sebastián).
BOTA FE: «“Echa fe”, ¿qué significa? Cuando se prepara un buen plato y ves que falta la sal, entonces tú “echas” la sal. Falta el aceite, entonces tú “echas” el aceite. Echar, es decir, poner, verter. Así es también en nuestra vida: si queremos que tenga de verdad sentido y plenitud, digo a cada uno: “echa fe” y la vida tendrá un sabor nuevo, la vida tendrá una brújula que indica la dirección. Echa esperanza y cada día tuyo estará iluminado. Echa amor y tu existencia será como una casa construida sobre la roca» (25 de julio, Río de Janeiro, playa de Copacabana).
CLAMOR: «Quiero que os dejéis oír en las diócesis, quiero que se salga fuera, quiero que la Iglesia salga por las calles, quiero que nos defendamos de todo lo que es mundanidad, inmovilismo, de lo que es comodidad, de lo que es clericalismo, de todo lo que es estar cerrados en nosotros mismos» (25 de julio, Río de Janeiro, playa de Copacabana).
DIFICULTADES: «Cuántas dificultades hay en la vida de cada uno, pero por muy grandes que nos puedan parecer, Dios no deja nunca que nos anonaden. Ante el desánimo que pudiera haber en la vida querría decir con fuerza: tened siempre en el corazón esta certeza: ¡Dios camina junto a vosotros, en ningún momento os abandona!. ¡No perdamos nunca la esperanza! ¡No la apaguemos nunca en nuestro corazón!». (24 de julio de 2013, Santuario de Aparecida).

viernes, 31 de julio de 2015

De viaje con...

No he estado nunca en Seabeck, Estado Federal de Washington, donde el agua y la tierra se abrazan y se aficionan dibujando costas acogedoras y curvas entrañables.
Pues en Seabeck, donde el hombre y el mundo se distienden para la contemplación, un aficionado a la fotografía, Phoo Chan, consiguió esa secuencia admirable.
Como ves, el cuervo va de camino – caminos los del cuervo, caminos en el aire – y ve pasar a un águila calva en su misma dirección. Y se dice: “¡Esta es la mía! No peso mucho. El águila siempre es noble. No creo que me rechace”. Y muchas más cosas que dijo el cuervo y que tú intuyes. Vuelo de aproximación, tanteo en el posarse, ¡buen viaje! y… “¡Gracias!”. ¿Cómo no?  
Esta imagen debería ser la de nuestra propia vida. Recuerdo que, siendo yo muy joven y ante la necesidad de hincar el diente en algo poco agradable, oí por primera vez: “¡Que cada palo aguante su vela!”. Una afirmación muy humana pero, como ves, poco propia de quienes en la vida se sienten águilas y no lo son.
Y recuerdo igualmente, cuando ya era menos joven, la lectura que hice en un periódico de un hombre que, en la Roma de 1945, empobrecida por la guerra, cada tarde, después de su trabajo diario, cargaba su furgoneta y llevaba a quien sabía que lo necesitaba, un colchón, un mueble, un poco de comida, ropa, carbón o leña, una medicina…       
No vivimos solos. Ni convivimos solo con los que nos halagan, nos jalean, nos aprecian y hasta nos envilecen contagiándonos con su indiferencia. No podemos creer que la carretera de la vida es solo para nosotros y que la calle que con tanto gusto pisamos la han tendido para que desfilemos insensibles junto a los que no nos importan.
Debiéramos hacer ejercicio de águilas calvas para que nuestros vuelos no sean solo un cambio de destino, sino una oportunidad de ser verdaderamente grandes porque los demás nos interesan. 

sábado, 25 de julio de 2015

Botrytis.

Se cuenta (y a lo mejor es verdad y ya lo sabes) que en el Otoño de 1650 se dio orden a los viticultores de las colinas Kopasz, en el Nordeste de Hungría, de que no comenzasen la vendimia de sus vides ante el temor de que los turcos avanzasen hacia aquellas tierras de Transilvania. Y así se hizo, es decir, no se vendimió. Cuando al cabo de un mes las lluvias hicieron imposible la invasión turca, se comenzó a vendimiar. Pero con la decepción de comprobar que, por la humedad, un hongo, el botrytis cinerea, había enmohecido la parte inferior de los racimos.
Todo parecía perdido, pero alguien comprobó que los granos afectados producían un líquido que enriquecía con un toque especial el vino sacado del resto. Y comenzó a producirse el celebrado vino Tokaji Aszú. Se cuenta que el rey Luis XIV de Francia exclamó al probarlo: "Este es el vino de los reyes y el rey de los vinos" (en latín – VINUM REGUM 1650 REX VINORUM, como se lee en la etiqueta, debajo de una  corona formada por tres hojas de vid).
Lo anterior no es una invitación a que lo pruebes. Cuando conozcas el precio desistirás de hacerlo. El de 6 puttonios (los serones de las uvas “cenizas” – cinerea significa cenicienta) que se añaden al vino nuevo, es el más caro. El de 3 es el más modestito en sabor y precio.
Si quieres, brindamos con el rubio Tokaji. Pero yo prefiero hacer este otro brindis: ¡Cuántas veces en la vida, en la historia, que es la vida de todos, neciamente, se deshecha como inútil algo o, lo que es más triste, a alguien, porque parece que no vale la pena, que no va a funcionar, que no cabe en mis esquemas personales de utilidad o de provecho. Si se trata de un algo, menos mal. Pero siempre mal.
Cuando Gertrudis, la reina fingidora, le reprocha a su hijo Hamlet que su dolor parece mayor que el de todos, el príncipe enajenado le responde: “¡Yo no sé parecer, sino ser, madre, ser!”       
Vivimos en una sociedad en la que, para muchos, parecer es mucho más importante que ser. La belleza física, por ejemplo (muchas veces belleza vacía o, peor, rellena de miseria interior) se cotiza como valor en alza, como valor único, como valor definitivo.
Y como este sistema de cotización se impone (¡y cómo!) los árboles que dan fruto, que podrían dar fruto, quedan olvidados. Y las despensas de la fruta sana y buena se llenan de vulgar apariencia.

lunes, 20 de julio de 2015

Roccacerro.

Roccacerro es un anejo del ayuntamiento de Tagliacozzo en la Provincia de L’Aquila, Italia, a 1.170 metros de altura, como ves en el cartel anunciador de su cercanía. Queda un poco lejos de su núcleo oficial, pero cerca de bellos parques de los Apeninos como el Sirente-Velino, el de los Montes Simbruini o el del Monte Cervia. El Ayuntamiento ha recogido la petición de la Asociación Pro-loco que nos hace saber que la tecnología no ha dejado a sus muchachos presos ante las pantallas de los ordenadores y las ondas impersonales de la tecnología. Es decir, no ha ahogado las ganas de sus niños de jugar en la calle y en la carretera. Y lo hace notar con claridad: RALLENTARE, es decir REDUCIR LA VELOCIDAD. ¿Por qué?: IN QUESTO PAESE I BAMBINI GIOCANO ANCORA PER LA STRADA. (EN ESTE PUEBLO LOS NIÑOS JUEGAN TODAVÍA POR LA CARRETERA).
¡Cuántas reflexiones! ¡Cuántos sentimientos! En Roccacerro los niños son más importantes que los coches. Y las carreteras no son primordialmente para lo que parece que se hacen, sino para que, a falta de canchas y con sobra de árboles, los niños las puedan convertir en lugar propio de sus juegos. En Roccaferro las autoridades velan también por sus niños en los actos más preciosos de sus vidas: cuando juegan. No solo cuando estudian y se ponen serios.  Roccaferro no impone una reducción precisa de la velocidad a los automóviles. No solo porque no son ordenancistas, sino porque si hace falta que el coche se pare porque están tirando un penalti, se pare.
Sin embargo produce un poco de pena la palabra ANCORA (TODAVÍA). ¿Teme acaso la autoridad que va a llegar un tiempo en que la espontaneidad, la libertad, la expansión, el derecho… queden ahogados por las incontenibles prisas con que malgobiernan los mayores y con las que se encadenan?  

miércoles, 15 de julio de 2015

Mitocondrial.

Ya sabes lo que ha dicho Neil Gemmel, de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda),  a propósito del hecho comprobado de que las mujeres vivan más que los hombres (aquí en España, por ejemplo, las estadísticas dicen - y supongo que cuentan bien - que la vida media de las mujeres es de 86 años mientras que la de los hombres queda en 80). En el laboratorio de Gemmel, se anuncia en su presentación “se investiga combinando la genómica con la ecología, la población, la conservación y la biología evolutiva para examinar problemas en organismos que van desde los invertebrados hasta los mamíferos”.
Gemmel ha dicho en el reciente encuentro anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología que esa diferencia se debe a que los hombres heredan una serie de genes defectuosos y que eso no les pasa a las mujeres, así como que, en el aspecto  genético, el hombre es el sexo débil. La culpa (o la causa) de ello la tendría el ADN mitocondrial que se hereda de la madre y que es el encargado de proporcionar energía a las células. Su mutación puede producir daños en la fertilidad, capacidad de conocimiento y en otros factores que se relacionan con su esperanza de vida.
Hace ya muchos años, cuando el alumbrado público se hacía todavía en algunos lugares con gas, Gregorio Marañón lo decía con más gracejo: “… la mujer está principalmente construida para realizar una completa función sexual primaria – concebir al hijo, incubarlo, parirlo y lactarlo - y el hombre,  por el contrario, cumple  esa función de un modo fugaz, como el farolero que toca la boquilla del gas con su pértiga y desaparece dejando la llama encendida”.
Hay un empeño constante, creciente y poco inteligente en afirmar y convencer de que la mujer y el hombre son iguales. Los que lo hacen se meten en la camisa de once varas de los estudiosos que dicen que ¡nanay! 

La mujer está construida para una función excelsa ante la que el hombre queda anonadado y con ganas de pujar para no quedarse insignificante ante ella. Y se dedica a practicar deportes en formas desmesuradas, a conquistar algo, sea lo que sea y como sea, aunque mejor si llama la atención,  para dejar así su nombre en las páginas de la historia.

La maternidad es algo tan alto que hay hombres – se lo he oído decir a alguno, en broma, claro, que le gustaría parir una vez, sin dolor, después de haber gestado a lo más tres días y sin tener que aguantar al niño después como un peso insoportable.

Espero que estos disparates que acabas de leer te parezcan, no una tomadura de pelo, sino una invitación a pasar de la constatación indolente de ver dar a luz a convertirte en luz que ilumine la grandiosidad de la madre.   

viernes, 10 de julio de 2015

No llores...

Sin duda se nos ha ocurrido, cuando hemos visto llorar o hemos llorado, cuántas son las fuentes de esas lágrimas. Desde el llanto de un niño que se ha caído o se ha sentido contrariado en sus caprichos. La mujer que ha perdido a su marido porque ha tenido que irse lejos, tal vez a un lugar peligroso. Las lágrimas sin consuelo de alguien que pensaba que aquel amor iba a ser eterno. Las que brotan de la compasión por una persona que sufre y llora por nuestra culpa.
Seguramente no nos hemos detenido nunca a pensar que las lágrimas son siempre iguales pero que sus causas pueden ser infinitas: cada persona y cada situación arranca una forma diferente de sentir y de llorar.   
Un célebre director de cine al que conoces le decía a una bella artista famosa que lloraba porque le habían robado un collar de perlas de su caravana cuando rodaban un exterior: “¡No llores nunca por quien no puede llorar por ti!”. Y la actriz confesaba al comentarlo lo que había aprendido de aquella sensata lección.
Sobre las lágrimas (sobre las propias, porque las demás nos son profundamente ajenas y nunca podríamos llegar a entender de qué fuente brotan) deberíamos hacer una reflexión que sería incomunicable, pero que nos enseñaría mucho de ese amasijo arcano de sentimientos con que está tejida la vida humana.
Un sabio final para esta leve consideración son los siguientes consejos del Papa Francisco para nuestra vida, en la que es posible que se levante alguna vez la angustia del llanto:
No llores por lo que perdiste, lucha por lo que te queda.
No llores por lo que ha muerto, lucha por lo que ha nacido en ti.
No llores por quien se ha marchado, lucha por quien está contigo.
No llores por quien te odia, lucha por quien te quiere.
No llores por tu pasado, lucha por tu presente.
No llores por tu sufrimiento, lucha por tu felicidad.
Con las cosas que a uno le suceden 
vamos aprendiendo que nada es imposible de solucionar:
Basta seguir adelante.

domingo, 5 de julio de 2015

Azul!!

Scott Kelly, norteamericano, desde la Estación Espacial Internacional, contempló y fotografió hace pocos meses este bello lago encaramado a 4.970 metros en la zona nordeste del Himalaya. De él dice Scott que es lo más azul que se ve desde tan arriba. Se llama, como seguramente sabes, Cuowomo. No te lo pongo en chino, porque no sé. Y porque seguramente no te interesa de momento.  Es relativamente pequeño, 22 kilómetros cuadrados, y parece un corazón clavado en lo alto como con ganas de que nadie lo contamine. Y así es, porque en la península o isla que hay en su centro solo hay una estación de referencia ordinariamente deshabitada: Duopanma.      
Otros lagos cercanos, el Chagala o el Qu Baqugu, por ejemplo, y que a lo mejor no se llaman así, además de más pequeños, son muchísimo menos azules. Y no creo que, si se da envidia entre lagos, ellos la tengan, porque al lado del Cuowomo no tienen nada que hacer.  
Referirme a este bello lugar me trae interrogantes que tal vez compartas. ¿Hace falta vivir apartado del mal para conservarse puro? ¿El mundo en que vivimos tiene que permitir (¡o hasta forzar!) el contagio de la sordidez o es posible, aun en medio de él, empaparse de luz y de color? ¿Existe un sistema de vacunación o trasfusión que haga pasar de corazón a corazón – de corazón de padres a hijos, de maestros a discípulos (“que aprenden”) – la paz personal, la paz con los demás, el respeto a lo que vale, el cultivo de las plantas más hermosas y nobles? ¿Por qué el modelo del hombre ha de ser, en forma humana, el cerdo? El egoísmo, la afición a revolcarse para encontrar alivio, el afán por hozar y saciarse, la holgazanería… no pueden ni aceptarse ni proponerse para crecer.  
Debemos estar más atentos y ser más exigentes en nuestra elección de metas, de métodos y de modelos. Más todavía: deberíamos no perder de vista que la auténtica educación se da cuando, con humildad, decisión y mesura,  nos convertimos en meta, en método y en modelo.

lunes, 29 de junio de 2015

Horizonte.

Conoces la foto y el hecho: en un reciente percance de carretera en Colorado “cuatro niños y su madre resultaron heridos mientras que el conductor y padre de la familia accidentada falleció en el acto”. Y mientras varios miembros de la Policía atendían a los heridos y estudiaban el modo de actuar, uno de ellos, Nick Struck, “se hizo cargo de la más pequeña, de solo dos años de edad. Para mantenerla al margen del terrible escenario, el agente la cogió en brazos y le cantó la canción 'Twinkle Twinkle Little Star' mientras señalaba algo con su dedo para que la pequeña estuviese distraída”. Decía después: «Cuando llegas al escenario y hay niños, lo primero que haces es reconfortarlos y mantenerlos a salvo. Tengo una niña de dos años; yo querría que alguien hiciera algo así por mí en una situación como esta».
Emociona ver acciones como la de Nick: sereno, inteligente, atento a lo más práctico, a lo más concreto que se podía hacer en aquel momento e identificado con las víctimas de la tragedia. 
Seguramente, ante la fotografía que has visto, se te han ocurrido cosas más sustanciosas que las que me han venido a mí, pero he pensado que estas pueden serte también útiles por modestas que sean.
Una niña que sufre un accidente en su vida queda desconcertada. El reventón de una rueda, el revolcón del coche saliendo de la carretera trastornan el aire de familia y de paz del que, sin duda, estaba gozando. O, más aún, si estaba dormida. Muchos hechos paralelos en la vida de los niños llevan a una realidad brutalmente distinta,  marcada cuando menos por el dolor.
¿Nos ha tocado acercarnos a acontecimientos parecidos? ¿He sabido cuál era mi papel y lo he asumido decididamente, con generosidad y con acierto? De la conducta del policía me agradan especialmente estos tres rasgos: la cercanía del abrazo que alivia la soledad que tan densa se hace cuando uno se siente solo; la canción que llena de un sabor positivo cuando todo sabe a tristeza; y su brazo extendido como un símbolo atinado de fe: hay un después, un más allá en el que cabe unir al dolor la belleza de la vida compartida con los que nos quieren.