domingo, 27 de febrero de 2011

¡Muy importante!


Steven Mithen sostenía que los neandertales (la Academia permite suprimir la “h”), aquellos antiquísimos pobladores de Europa de hace un montón de siglos y primos (por decirlo de un modo sencillo) del homo sapiens, nuestro abuelo más lejano, tenían un sistema de comunicación "Hmmmm". ¡Muy expresivo! Y lo explicaba: holístico, manipulador, multimodal, musical y mimético. ¡Queda claro!
Pues resulta que ahora se descubre que usaban un lenguaje más, el de las plumas. Recientemente (la prensa lo da el 23 de febrero de 2011) se da a conocer que en las investigaciones de la cueva de Fumane en los montes Lessini, cerca de Verona (Italia), se ha llegado a la conclusión de que usaban las plumas como signo de autoridad, de poder: «¡Hago saber…!». Hace 44.000 años los neandertales se daban importancia. Como lo hicieron 20.000 años más tarde los sapiens. Y como seguimos haciéndolo nosotros.
¡Darse importancia! ¡Vestir el cargo! ¡Quedar bien! ¡Aparecer! ¡Parecer!
Evidentemente quien se da importancia es que no la tiene (aunque tenga cargo). Porque ¿qué sentido tiene darse lo que ya se posee? Sería (o es) como el que, estando ya totalmente vestido, se pusiera encima un ropón para que le viesen.
La importancia es un valor que ocupa una esfera medular: no sólo está muy dentro, sino que constituye la fuente del propio ser, se trasparenta en todos los gestos, pensamientos, sentimientos y acciones del que la tiene.
Basta, para completar esta reflexión, recordar a tantos personajes eminentes por su importancia y contemplar al mismo tiempo la sencillez de su conducta.

viernes, 25 de febrero de 2011

Testigos de la Fe.

Los salesianos Luis Versiglia, obispo de Shiuchow (China), de 57 años y Calixto Caravario, sacerdote desde ocho meses antes, encargado de la residencia misionera de Linchow, de
26 años, que lleva un año en China, se niegan a los bandidos que los detienen a entregar a las chicas a las que acompañan.
Monseñor va a hacer la visita pastoral a la misión de Caravario. Viajan en la barca de una mujer con la que va su hijo, de dieciséis años. Llevan a María Thong, de 22 años, maestra, que va a despedirse de sus padres porque ha decidido hacerse salesiana; a su hermano Chong, maestro, no cristiano; a Clara, de 22 años, catequista; y a los dos hermanos cristianos Antonio, de 23 años, y Paula, de 16.
En la lengua de tierra (Punta de arado la llaman o Lintautsui) que ve unirse a los río Sui-pin y Lin-chow detienen la barca. Los bandidos (o soldados de la revolución) suben a ella, piden 500 dólares que es la tasa del tránsito, y añaden: – Nos llevamos a vuestras mujeres.
La resistencia de los dos salesianos no acaba cuando los arrinconan con culatazos de sus fusiles, palos y haces verdes que mal arden. – Bajad a las mujeres, ordena el jefe. Y empujaron a los misioneros.
En un cañaveral cercano (contaron más tarde los supervivientes) se oyeron cinco disparos. Era el 25 de febrero de 1930. Y cinco días más tarde, liberada aquella zona por el ejército de Chang Kai Shek en guerra contra los bolcheviques de Mao, se encontraron, enterrados en la arena de la orilla, sus cuerpos.
Juan Pablo II los declaró santos el 1 de octubre del año 2000.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Una cadena al pie...


… Cuando llevaron a Luis Versiglia a estudiar al Oratorio de Valdocco, en 1885, con doce años, iba con la ilusión de prepararse allí para ingresar en la escuela de Veterinaria de Turín. Decidió volverse a su casa cuando vio que en el Oratorio no había más caballos (su pasión) que uno viejo, el del panadero, que acarreaba cada mañana el pan que tantos sudores costaban a Don Bosco. Pero la madre logró disuadirlo.
Empezó a descubrir un aire especial que se respiraba en aquella casa y quedó prendado del ideal misionero cuando el 11 de marzo de 1888 (hacía dos meses que había muerto Don Bosco) le impresionó la actitud de uno de los ocho misioneros que en la Basílica de María Auxiliadora celebraban la salida de su expedición. 
Dieciocho años más tarde (17 de enero de 1906) era él el que guiaba la primera expedición misionera salesiana a China. En realidad aquellos seis primeros misioneros iban a Portugal, porque Macao, lugar de su destino, pertenecía a esta nación. Habían estudiado portugués, inglés, francés y chino.
El 10 de octubre de 1911 estalla la revolución china: China es una república. Y se acaban las coletas.
Las residencias salesianas (orfanatos) son ya cuatro en 1912: Heung-Chow,  Ngan-hang, Sheung-tchao y Shek-ki. ¡A que suenan bien!
Pero el azote de la guerra civil endurece la vida, sobre todo de la gente pobre. Y mueve el corazón de los salesianos dedicados a atenderla.
Versiglia habla de Dios y de Jesús a los enfermos del lazareto de Wan-chai donde están los enfermos de la peste bubónica. Los tienen atados por el tobillo con una cadena al catre para que el delirio no los haga levantarse y huir.
Habla con una niña de doce años a la que había bautizado. - ¿Entonces ahora soy hija de Dios? ¿La cadena no me impedirá ir hasta Él?
Y a nosotros nos basta esta pregunta ingenua y sublime para que esta noche durmamos en los brazos de Dios. 

lunes, 21 de febrero de 2011

Mirar alrededor

Michael Kusiak – dice la prensa diaria y la periódica especializada en el tema - es estudiante y estudioso en la antiquísima Universidad Jagiellonian de Cracovia. Por ella pasó Nicolás Copérnico, que propuso el modelo heliocéntrico de nuestro entorno celeste, que ya fue proponer, en los años en que lo hizo: 1533.
Pues este Kusiak nuestro descubrió en diciembre de 2010 (gracias al  Observatorio solar y heliosférico, o SOHO, de la NASA) el 1999º y el 2000º cometas de los 2.000 conocidos. Pero es que este genio ha descubierto desde 2007 nada menos que 100: casi tres al mes. ¡Increíble! 
Una noticia así puede despertar esta pregunta. En mí sí la ha despertado: ¿Y yo qué he descubierto?
Cuando me he respondido “Nada”, me ha venido otra: ¿Cómo lo ha hecho él? Y en la prensa encuentro la respuesta: Mirando.
George Berkeley fue un  filósofo irlandés, nacido en 1685, que propuso el pensamiento filosófico según el cual esse est percipi, que dicho en español viene a resultar «ser es ser percibido». Tomando para nuestros intentos esa afirmación, se me ocurre pensar que, en efecto, el mundo que nos rodea no existe. Me refiero al mundo de “los demás”.  
Kusiak tiene en su colección de cometas propios ¡cien! Yo, ninguno. Para él existen esos extraños, fríos, feos, duros cuerpos que giran en el espacio. Los ha buscado, los ha visto, los ha mirado. A mí me tienen sin cuidado porque para mí no existen. Porque yo no los miro; ni siquiera los veo.
Andar por el mundo rodeado de cuerpos y espíritus vivos que no miro, que no veo, que no me interesan, que me dejan aislado en mi yo es mi modo habitual de vivir. Pero es que entonces no soy persona: porque ser persona es ser para los otros. Y si no soy para el prójimo, dejo de ser persona. Seré en todo caso individuo. Si acaso. Porque corro el riesgo de que si los demás no me interesan, los demás dejen de interesarse por mí. Dejaré de ser visto y, según Berkeley (y en el fondo tiene mucha razón) dejaré de existir.

domingo, 20 de febrero de 2011

DA MIHI ANIMAS - COETERA TOLLE

Ese título va en Latín porque está en Latín el lema que abraza el escudo de la Congregación salesiana. Son cinco palabras de San Jerónimo hace quince siglos de la traducción de una historia de hace casi cuatro mil años.
Narra el libro del Génesis que Abrahán, la figura grandiosa de los comienzos de nuestra fe, tuvo que sacar de apuros a su sobrino Lot, inquieto y una pizca ambicioso, preso de cuatro jefecillos de las orillas del Jordán (Amrafel, Aryok, Kedorlaomer y Tidal) porque era amigo de los mandamases de Sodoma y Gomorra a quienes habían derrotado.
Abrahán venció a aquellos facinerosos con nombres de bandidos, liberando a su sobrino y quedándose con los bienes y los hombres capturados a Sodoma. Poco después le salió al encuentro el jefe de aquel lugar que le dijo: “Dame los hombres y quédate con lo demás”.
Esta frase, en Latín, como figura en el título, que invita a traducir Dame almas y llévate lo demás, la dijo San Francisco de Sales al hacerse cargo, como obispo, de la diócesis de Ginebra. No encontró ni un franco en la alcancía episcopal. Y su reacción como hombre anclado en Dios, fue pensar sólo, preocuparse sólo, amar sólo a las “almas”, al pueblo de Dios, católico o calvinista, que le había confiado a su gran corazón de buen pastor.   
Cuando en Septiembre de 1884, se fijó la forma del escudo de la Sociedad salesiana, presentado por D. Antonio Sala, Ecónomo General, se tomó ese lema en vez de otros propuestos igualmente preciosos: Dejad que los niños se acerquen a mí, Templanza y trabajo, Maria Auxilium Christianorum, ora pro nobis. La razón la dio el mismo Don Bosco: "Se adoptó un lema desde los orígenes del Oratorio, en los tiempos en que yo estaba en la residencia sacerdotal  e iba a las cárceles: Dame almas…”.
Se podría decir sin exagerar que se volcó sobre el mundo buscando almas, es decir, jóvenes a los que amar y elevarlos a la condición de “buenos cristianos y honrados ciudadanos”. Que no es poco. La fundación de una Familia de consagrados, la apertura de centros de acogida, la expansión de su obra durante su vida en Italia, Francia, España, Argentina y Uruguay, la peregrinación de un sitio a otro pidiendo dinero para dar de comer y educar a esos muchachos estaba alentado por la profunda petición de más y más jóvenes a los que consolidar en su dignidad de hombres e hijos de Dios.

viernes, 18 de febrero de 2011

Los Salesianos de España


He aquí una nota de prensa aparecida en estos días (1 de Febrero de 2011) de interés para los lectores:
“Los salesianos españoles pasarán de tener seis circunscripciones religiosas a dos. Coincidiendo con la fiesta de San Juan Bosco, fundador de la Congregación Salesiana, don Pascual Chávez, Rector Mayor de la misma, ha anunciado que en 2014 las seis inspectorías de España pasarán a ser dos, la Mediterránea y la Centro-noroeste. En España trabajan unos 1.200 salesianos, que dirigen 362 obras en las que se atiende a unas 400.000 personas, en colegios, centros juveniles y parroquias.
En la inspectoría Mediterránea quedarán incluidas 79 comunidades salesianas con 556 religiosos, de las comunidades autónomas de Cataluña, Baleares, Aragón, Comunidad Valenciana, Albacete, Murcia, Andalucía, Extremadura, Canarias y Andorra. La Centro-noroeste, con 686 religiosos pertenecientes a 64 comunidades, abarcará las obras salesianas de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja, Castilla y León, Madrid y Castilla La Mancha.
“Después de un largo discernimiento en el Consejo General, habiendo tomado en consideración el trabajo de la comisión de re-estructuración y el parecer de todos vosotros”, explica Pascual Chávez, la decisión tomada tiene como finalidad “optimizar el personal salesiano, revitalizar el carisma y potenciar la audacia evangelizadora entre los jóvenes”, ha explicado el propio superior general de los salesianos, para “renovar nuestra vida consagrada y dar un nuevo impulso al carisma salesiano en España, especialmente en el área vocacional”. Proceso que culminará en el año 2014
A partir de ahora, y hasta 2014, se inicia un camino durante el cual las inspectorías implicadas tendrán que ir dando pasos para armonizar estructuras, coordinar procesos, establecer nuevas formas de animación y gobierno, etc. Este itinerario no comienza de cero pues, en España, se lleva años trabajando a nivel nacional, coordinando aspectos fundamentales como pastoral juvenil, escuelas, centros juveniles, parroquias, plataformas sociales, formación de salesianos y educadores, etc.
Cuando se produzca el nacimiento de las nuevas provincias salesianas, en 2014, en el decreto de creación se nombrarán los nuevos provinciales y se fijarán otros aspectos como dónde estarán las sedes, el nombre oficial, posibles formas de representación en los capítulos generales y otros aspectos jurídicos que, a partir de ahora, deberán ser concretados.
Pascual Chávez pide a los salesianos españoles su implicación “convencida y leal” en este proceso y lo consideren “como principal objetivo que nos hemos propuesto dentro del Proyecto Europa”.
“La unificación del territorio, del gobierno y de la gestión de las obras permitirá optimizar, sin duda alguna, el empleo del personal salesiano y seglar y de los recursos estructurales y materiales, proyectar y tomar opciones valientes en el campo de la misión en este momento histórico y en esta tierra tan rica en expresiones cristianas y salesianas”.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Un granito de Oro


Iba yo pidiendo, de puerta en puerta, por el camino de la aldea, cuando tu carro de oro apareció a lo lejos, como un sueño magnífico. Y yo me preguntaba, maravillado quién sería aquel Rey de reyes. Mis esperanzas volaron hasta el cielo, y pensé que mis días malos se habían acabado. Y me quedé aguardando limosnas espontáneas, tesoros derramados por el polvo.
La carroza se paró a mi lado. Me miraste y bajaste sonriendo. Sentí que la felicidad de la vida me había llegado al fin. Y de pronto tú me tendiste tu diestra diciéndome: “¿Puedes darme alguna cosa?”.
¡Ah, qué ocurrencia la de tu realeza! ¡Pedirle a un mendigo! Yo estaba confuso y no sabía qué hacer. Luego saqué despacio de mi saco un granito de trigo, y te lo di.
Pero qué sorpresa la mía cuando, al vaciar por la tarde mi saco en el suelo, encontré un granito de oro en la miseria del montón. ¡Qué amargamente lloré de no haber tenido corazón para dárteme todo!
Este poema (el 50 de los 103 de Gitangali, que publicó en 1912 Rabindranatn Tagore - 1861-1941 -, poeta, pintor, dramaturgo, músico, novelista... como muchos de sus trece hermanos) refleja nuestra tragedia: vamos llenando la vida de pasos vacíos, de puerta en puerta, por la aldea de nuestra mendicidad, pidiendo, sin sueños ni esperanzas.
Y no acertamos a descubrir que es a nosotros a los que se nos pide que demos. Y que crecemos cuando damos. Y que nos hacemos gigantes cuando nos damos. Las últimas palabras del poema de Tagore lo explican bien. Al final viene el llanto. Cuando seguramente no nos habría costado lágrimas haber derramado en las manos de aquel Rey de Reyes toda nuestra cosecha. ¿No me animaba a ello que hubiese bajado hasta mí y me sonriese de aquel modo? ¿No había en su mano tendida hacia mí el encanto misterioso del que ama y necesita ser amado?
“No tuve corazón”. Tenemos huchas, cajas fuertes, arcas, ladroneras, cofres… y contemplamos, arrodillados en el suelo, el brillo dorado de nuestro ahorro. No es adoración, pero…casi sí. ¡Cuánto me ha costado llegar hasta donde he llegado! ¡Cuánto esfuerzo para convertirme en el hombre importante que soy! ¡Qué acierto en no haber gastado inútilmente la cosecha de mis sudores! ¡No me importa no tener corazón, pero… no vivo en un mundo en el que los demás lo tengan muy en cuenta!
Y si me cuesta dar, ¿cómo voy a saber lo que es darse? ¿Y darse todo? ¿Quién hace eso hoy?  

lunes, 14 de febrero de 2011

Honderos Baleares


Después de navegar como cangrejos en las rocas de Gimnesis rodeados de mar, arrastraron su existencia cubiertos de pieles peludas, sin vestidos, descalzos, armados de tres hondas de doble cordada. Y las madres señalaron a sus hijos más pequeños, en ayuno, el arte de tirar; ya que ninguno de ellos probará el pan con la boca si antes, con piedra precisa, no acierta un pedazo puesto sobre un palo como blanco.
Eso contaba Licofrón de Calcis 280 años antes de nuestra era, en un poema. Escribía de los descendientes de los fugitivos de la guerra de Troya al llegar a Gimnesias, como llamaban los griegos a las islas Baleares. Y Diodoro Sículo, dos siglos más tarde nos los describía así: Su equipo de combate consta de tres hondas, una de las cuales llevan en la cabeza, otra en la cintura y una tercera en la mano; utilizando esta arma son capaces de arrojar proyectiles mayores que los lanzados por otros honderos y con una fuerza tan grande que parece que el proyectil ha sido lanzado por una catapulta. Por ello en los ataques a las ciudades son capaces de desarmar y derribar a los defensores que se encuentran en las murallas y, si se trata de combates en campo abierto, consiguen romper un número enorme de escudos, yelmos y toda clase de corazas.
Listos los cartagineses (Amílcar, Asdrúbal, Aníbal), los tomaron en sus guerras púnicas contra Roma. En agosto del año 216 hicieron sentir la dureza de sus balas de piedra o de plomo en la batalla de Cannas. Quinto Cecilio Metelo, conquistador de las islas, acorazó sus barcos con cuero, porque los honderos atravesaban con sus proyectiles la línea de flotación de las naves y las hundían. Más tarde también fueron tropas auxiliares de Julio César en la conquista de la Galia.
Después de tanta digresión histórica va bien – y es lo que aquí interesa especialmente - una breve aplicación práctica: ¡Las madres baleares, educadoras de sus hijos, transmisoras de la propia cultura, sabían bien que sólo la disciplina, desde la infancia, podía formar buenos cazadores y buenos guerreros, que eran las dos únicas profesiones del mercado laboral de la época! Disciplina que no llevaba consigo sólo el aprendizaje de la puntería, sino la educación en los valores del ejercicio físico, el esfuerzo, la constancia, la solidaridad, el sacrificio, la renuncia, la aplicación, la obediencia, la atención, el silencio…
Cuando vemos hoy a un preadolescente engreído, suficiente, despotilla, egoísta, comodón, maleducado… (que los hay), exclamamos en nuestro interior:”¡Qué hermoso pelele!”.