viernes, 16 de marzo de 2012

Todo es amor.


La Historia es un amasijo de amor: mezcla de amores y amor, del amor y de sucedáneos, de realidad y apariencias, de intentos y triunfos, de fracasos y de victoria, de odio y de amor. No ha habido más, no hay más, no habrá nunca más.
Pero lo maravilloso es que en medio de ese amasijo se mueve, impetuoso y definitivamente triunfante, el fuego del amor de Dios. Lo hace de un modo humilde, casi insospechado, oculto, respetuoso con la libertad del hombre.
La eucaristía es la primera escena del último acto del amor de Dios a los hombres con su Hijo antes de su muerte. La segunda es la entrega en la cruz. Son dos hechos inimaginables: los hombres matan a Dios y, antes de eso, Dios hecho nuestro, hecho nosotros, parte y nos entrega su cuerpo y su sangre para hacernos más él, para hacernos solidarios con él en la expiación de los pecados de todos los hombres.
Lo que nos pasa día a día es que "... no sabemos lo que hacemos". La histeria, que parece ser dueña del mundo y de nuestros deseos, nos zarandea en gestos convulsos con los que arañamos, herimos, sajamos, apuñalamos, rompemos, violamos, pisoteamos la carne de nuestros hermanos (¿hermanos?). Y su espíritu.
Tomar el propio cuerpo, partirlo, entregarlo como alimento diario pertenece a esa cadena invisible y misteriosa del incomprensible Amor de Dios a cada uno de los hombres, elegido y amado. Tomar la propia sangre, la vida, para que sea alianza nueva y definitiva con Dios es la misión que nos ha dejado Jesús.
Recrea el alma leer el texto de una vieja y preciosa expresión litúrgica del siglo VI de la Iglesia siro-oriental: "Tú, Dios, ser a cuyo poder nadie resiste. Tú eres uno, sólo tú, naturaleza santa y sustancia adorable. Tú que eres como sólo tú eres; y que cómo eres, nadie lo sabe. Tu, cuyo nombre es estupor; y tu memoria es temblor; y maravilla es la narración sobre ti;  y temor es la historia de tu sustancia...".
Y sigue recordando los gestos del feliz festín al que nos invita cada día: "... Y cuando ya estaba dispuesto para ser elevado de nuestra región y ser trasladado a la región de los espirituales, de la que descendió, dejó en nuestras manos la prenda de su cuerpo santo, para estar más cerca de nosotros por medio de su cuerpo; y mezclarse en todo tiempo en nosotros por medio de su poder.... Nos dejó este misterio terrible y nos confió un ejemplo para que, como hizo, hagamos fielmente y vivamos por medio de sus misterios".

martes, 13 de marzo de 2012

Sabiduría.


Hay sabios investigadores, sabios escritores, poetas sabios… y, hasta dicen, sabios futbolistas. Hace unos días dijo un sabio del mundo del mercado (y todos ustedes lo han oído o lo han leído) que para hacer algo digno de mérito, aprecio e imitación se requieren algunos ingredientes e instrumentos en forma contundente: el esfuerzo en el trabajo, la osadía en la constancia, la luz en la creatividad, la austeridad en el uso y consumo, la honradez en la gestión, la entrega en el servicio, la generosidad y el sacrificio en la dedicación, el acierto en las decisiones, la humildad en la iniciativa, la tenacidad en el intento, la paciencia en la espera, la cordialidad en las relaciones… y muchas más cosas y mucho mejor dichas. O a lo mejor no dijo todo eso, pero queda uno cargado de pena si no lo dice.
Él se refería al complejo y delicado mundo de la producción, el mercado y la economía. Y sería deseable que todos los que se mueven en esas esferas gozasen del mismo grado de salud humana, empresarial, moral y relacional de la del sabio en el que estamos pensando.
Y que revertiesen parte de sus lícitas y legales ganancias en enriquecer el mundo cultural que los rodea o les debe rodear. ¿Habéis oído hablar alguna vez de patrocinadores? 
No es esta recatada plataforma lugar en el que tengan aplicación esos consejos de tipo empresarial. Pero sí un punto de partida para una sencilla reflexión sobre la familia, los padres y los hijos, el patrimonio casero y los tesoros de la propia estirpe. ¿Alguien duda de que se trata del negocio más brillante si se arroja luz en él, más reconfortante si se saben manejar bien los hilos de la difícil educación, más placentero si las dosis de exigencia, tacto, respeto, cariño, cercanía… se usan con medida  sabia y oportuna?    
Porque todo eso se exige en cualquier madre y cualquier padre que emprende la larga y gozosa travesía del modelado de los hijos. Y del esposo y la esposa. No debemos olvidar que el noviazgo (¡recordad algunos noviazgos que circulan por nuestras calles y por algunos antros!) y el matrimonio son escuela de educación mutua. Y si hay alguien que no lo ha entendido que acuda al Catón del sentido común. 
No se puede acompañar una nave tan delicada como es la vida de los hijos sin ser sabio. Y no se puede aceptar que para ejercer cualquier profesión se requiera dominio del programa y competencia en el manejo de las armas y que la profesión de la maternidad y de la paternidad se deje a la fortuna de lo que venga y que salga el sol por Antequera.

sábado, 10 de marzo de 2012

Salesianos hoy.


Don Bosco quería llenar el mundo con la obra de atención a los jóvenes necesitados. Programó, también para después de su muerte, porque ese fue el testamento que dejó a los suyos, que el mandato de Jesús “Id a todo el mundo” se cumpliese en la medida, el lugar y el momento oportunos.
Se trata de llevar la alegre noticia de Jesús, el calor de un hogar y medios de crecer como hombres y profesionales a la juventud con un futuro incierto.
La estadística al final de 2011 da estos datos: los Salesianos (y la obra de Don Bosco no es sólo la de los Salesianos, sino la de otros 28 institutos religiosos de la Familia Salesiana), que trabajan en 131 países del mundo, son 15.260. Y los que esperan poder profesar como salesianos al final de su noviciado, 414. Los obispos, en su mayoría en países pobres, son 121. De los que han hecho su profesión perpetua (los jóvenes deben pasar un periodo de prueba con votos temporales) 1.609 son coadjutores. El resto, los sacerdotes, son 10.433.
Cada año se dan las oscilaciones propias de todo organismo vivo. La Congregación salesiana disminuyó excepto en Asia Sur, Asia Este - Oceanía y África. De acuerdo con esto es natural que el número de novicios sea mayor en esas zonas, por ejemplo en India-Guwahati (24 novicios), Indonesia -Timor Este (21), Vietnam (20), África Central (22).
Además de 142 obras que buscan consolidar su servicio a la juventud, hay otras 1.823 ya oficialmente establecidas.
La Provincia religiosa salesiana (entre nosotros Inspectoría) con más salesianos es la del Centro-Norte de Italia Piamonte Valle de Aosta con 520. La que tiene menos en Europa es Hungría, con 37. La nación con mayor número de Salesianos es la india: 2.537. Y la que menos, Namibia, con 2.
Hay quien comenta: “No parece extraño que los salesianos trabajen, por ejemplo,  en Burkina Faso, Cabo Verde, Chad, Gabón, Ghana, Israel. Lesoto, Ruanda, Timor, Vietnam… Pero ¿por qué en países tan pequeños como Azerbaiyán, Islas Fiyi, Mauricio, Mongolia, Montenegro, Nepal, Papúa, Salomón y Samoa? 
La respuesta es doble o, al menos, vale una de sus partes: los Obispos nos piden que atendamos la pastoral de los pocos cristianos que viven en sus diócesis; la juventud necesitada y a veces abandonada también existe en esos países.
Esta breve exposición debería valernos para decir: “¡Me voy a misiones!”. O, como mínimo: “Esto que iba a gastarme en humo" (¡y hay tanto humo en nuestra vida aun en tiempo de crisis!) lo envío para los que tienen necesidad de evangelio, de pan y de un oficio para dar dignidad a su vida.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Agujeros Negros.


Nunca pensé que hubiese una percepción popular sobre el comportamiento de los agujeros negros. Pero si una autoridad en ellos como Ashley King, de la Universidad de Michigan, afirma que "contrariamente a la percepción popular de que los agujeros absorben toda la materia a la que se acerca, creemos que hasta el 95 por ciento del material que hay en el disco alrededor de IGR J17091 es expulsado por el viento", es que hay más gente de la que creemos que vive pensando en ellos. Yo diría que es lo natural en tiempo de crisis y sobre todo de crisis económica.
Cuando una estrella masiva (de las que tienen más de diez veces la masa del sol, que ya es masa) se colapsa (dicen los entendidos y el pueblo sabe, como asegura King) se forman los agujeros negros.
Pero lo más digno de atención y nos debe servir de aviso no es que esos agujeros expulsen y no absorban, sino que los vientos que se producen tienen una velocidad de 32 millones de kilómetros por hora, de acuerdo con la aportación del observatorio espacial Chandra.
Por si acaso alguno de los lectores tuviese la curiosidad de saber qué es el IGR J17091 se lo decimos. Es (y si usted lo entiende, le ruego que me lo explique) es “un sistema binario en cuya estrella central, equivalente a nuestro sol, orbita el agujero negro”. Está en nuestra Vía Láctea, pero a las afueras, y a unos 28.000 años luz de la Tierra.
Como curiosidad, los expertos explican que a diferencia de los vientos de los huracanes en la Tierra, el viento de IGR J17091 sopla en todas las direcciones.
Todos estos datos tan impensables ayer, cuando el cielo me parecía un mar en calma, me ha hecho descender hasta el mundo nuestro, el que pisamos, que se mueve a una velocidad aterradoramente acumulada: la que lleva la Tierra dando vueltas sobre sí, alrededor del Sol, en nuestra blanca Galaxia, antiguamente llamada Vía Láctea, y en la carrera sin fin de las galaxias hermanas…
Andamos un poco mareados: se nos colapsa algo que parecía inconmovible, se derrumban los andamiajes que los hombres construyen con su tarda, torpe, interesada agitación, y en vez de mirarlo con la parsimonia del sabio, que sabe que nada humano es más durable que una flor del campo, organizamos o nos metemos en aspavientos que soplan en todas las direcciones, sin rumbo fijo y cierto, arrastrando consigo la serenidad, entorpeciendo la búsqueda de soluciones, cargando sobre el más enemigo la causa, la culpa, la mala intención de todo.         
¿Podremos madurar un poco para que el Patrón pueda confiarnos sin miedo el gobernalle de nuestra vida? 

domingo, 4 de marzo de 2012

La Urna de Don Bosco.


Se prepara el segundo centenario del nacimiento de Don Bosco: 16 de agosto de 2015.
Una de las iniciativas para ese camino es la peregrinación de una de sus reliquias (envuelta en una copia de la urna que guarda sus restos en la Basílica de María Auxiliadora de Turín) por todo el mundo. A nuestra Patria llegará el 1º de Mayo de 2012 siguiendo el siguiente itinerario:

BILBAO                      1º Mayo                       -           18 Mayo
LEÓN                         19 Mayo                       -            5 Junio
MADRID                       6 Junio                       -           24 Junio
SEVILLA                     19 Septiembre             -           13 Octubre
VALENCIA                  14 Octubre                   -           31 Octubre
BARCELONA               1º Noviembre               -           11 Noviembre

A Don Bosco le habría gustado irse a la Argentina con los diez primeros misioneros salesianos que envió en noviembre de 1875. Seis eran sacerdotes y cuatro cuadjutores, es decir, Hermanos Laicos. Él todavía era joven, sesenta años,  y estaba fuerte, aunque los viajes en barco le dejaban hecho polvo.
Tuvo tiempo de enviar otras nueve expediciones, de modo que en 1888, cuando murió, eran 150 los salesianos que trabajaban en cinco naciones de Sudamérica. Soñó despierto y soñaba durmiendo con que llegasen a todas las partes del mundo. Hoy, en 130 países de los cinco continentes, le han recibido o lo van a recibir hasta 2015 todos los que siguen soñando con que sus obras llegue a más y más lugares necesitados de la suave y tenaz presencia del que por tantas razones es (y ha sido designado) como Padre y Maestro de los jóvenes.
Podrá cumplirse así su encuentro con todos ellos de un modo simbólico y solemne, ya que su presencia en los corazones de los que se han encontrado a lo largo de la vida con él ha marcado sus pasos por caminos seguros.  
Durante este tiempo será natural que el tema de las Buenas noches sean Don Bosco, su obra, sus lecciones, su entrega y su afecto. 

jueves, 1 de marzo de 2012

La Antártida.


El próximo 7 de marzo recordaremos que hizo un siglo se supo que el noruego Roald Engelbregt Gravning Amundsen había llegado al Polo Sur. Lo había logrado el 14 de diciembre después de casi tres meses de penoso avance.
No fue igual para el inglés Robert Falcon Scott, que llegó al mismo punto 35 días más tarde y que en el regreso pereció con sus cuatro compañeros bajo la avalancha de una tempestad de frío.
Ambos habían preparado su expedición cuidadosamente. Pero los analistas de los hechos señalan diferencias en esos preparativos a los que atribuyen, no sólo el atraso del segundo, sino también su muerte con la de sus compañeros.
Los factores que jugaron a favor o en contra fueron, por ejemplo, la preparación anterior, sobre todo la remota. Ambos fueron marinos, pero se dice de Amundsen que desde los 14 años ya pensaba en una vida de explorador de los polos. Y se preparó para ella. La programación de Scott incluía estudios del mundo que iba encontrando. Amundsen se propuso llegar y nada más. La expedición de Scott confió para el traslado en caballos mongoles que murieron todos, mientras que Amundsen lo hizo con perros después de aprender de los esquimales su manejo más provechoso (tuvo que matar a algunos de ellos al regreso para disponer de comida para los 11 que sobrevivieron). Parece que la vestimenta no fue suficientemente adecuada en la expedición inglesa para defenderse de las bajísimas temperaturas que debieron soportar. Los noruegos fueron colocando depósitos de alimento antes de emprender la marcha que comprendía ascender a los montes Transantárticos para llegar a la meseta polar. El alimento en ambos casos tenía como base un viejísimo invento americano, el pemmican, más rico en grasas en la dieta de Amundsen que comprendía diariamente también galletas, chocolate y leche en polvo. 
Y, sobre todo, la cohesión del grupo, débil por no decir agria y hasta imposible, en el de Scott.
La lectura de lo mucho que se ha escrito sobre estas dos proezas terminadas de modos tan diferentes, puede servir para hacer serias reflexiones sobre la vida y sus caminos. He aquí algunas. Pueden no ser muy profundas, pero son bien intencionadas. La primera es que las cosas serias no se improvisan. No se puede improvisar ser marido y mujer. Basta contemplar parejas de nuestro alrededor para concluir que se improvisaron. Ser madre y padre no se improvisa. No basta tener hijos, sino que se debe saber quererlos y saber transmitirles la grandeza y la luminosidad de la vida. Y para eso hace falta ser grande y ser luz para acompañarlos en los complejos y a veces arduos y oscuros caminos del crecimiento y la maduración. Amar no se improvisa. Se impone un duro ejercicio de amor para amar de verdad. Pero la mayor parte de los que improvisan el matrimonio lo hacen así porque nunca han salido de su egocentrismo infantil y no sólo no lo encauzan, no lo superan, sino que se empecinan en él.