Don Bosco está en
Kazanlak, Bulgaria, desde hace 22 años. Bulgaria está rodeada, ya sabes, por
Rumanía, Serbia, Macedonia, Grecia y Turquía. Y se asoma gozosamente por el
Este al Mar Negro. Los salesianos, solo cuatro, atienden dos obras en el centro
de la nación: Kazanlak y Stara Zagora. Tres son checos y el cuarto, el más
joven, Donbor Jyrwa, llegado hace poco, es indio y recibió la ordenación
diaconal con rito católico bizantino
(bien se ve en la foto) el pasado 18 de Junio en
la parroquia salesiana de San José de Kazanlak.
Este notable
acontecimiento es parte de la imagen de los misioneros que Don Bosco envía al
mundo. La India, salesiana desde hace poco más de cien años, transfunde su
joven fe con la vida de muchos misioneros en muchos lugares de la Tierra.
Siendo como es la nación que más salesianos tiene en la actualidad (casi 2700
incluidos los 130 novicios) es natural que se ofrezca como sembradora de la
misión de Don Bosco. Porque Don Bosco se sintió eco de las palabras de Jesús:
“¡Id a todo el mundo para dar a todos los hombres esta buena noticia!”.
Cuando,
estando en Barcelona en 1886, tuvo un sueño misionero la noche del 9 al 10 de
abril, la Virgen le indicó “lo que debían hacer los salesianos” desde
Valparaíso a Pekín, pasando por el corazón de África.
Diez
años antes, cuando ya tenía a sus hijos en Argentina, les había escrito
lamentando ser ya viejo y no poder unirse a ellos para darles un abrazo de
padre y animarles en su valiente trabajo de ayuda a los jóvenes.
Somos y debemos seguir siendo de esa estirpe. No iremos porque los años, la familia, el trabajo, la salud… nos atan a este banco de aquí. Pero nada nos impide tener un corazón como el del padre en todo lo que sirva para que el trabajo que otros sí hacen sea más jugoso, más valiente, más generoso. ¡A la obra!
Somos y debemos seguir siendo de esa estirpe. No iremos porque los años, la familia, el trabajo, la salud… nos atan a este banco de aquí. Pero nada nos impide tener un corazón como el del padre en todo lo que sirva para que el trabajo que otros sí hacen sea más jugoso, más valiente, más generoso. ¡A la obra!