domingo, 6 de septiembre de 2015

Una cruz barata...

Franciszek Ksawery Pruszyński, polaco, fue periodista, escritor y diplomático polaco. Vivió en su corta vida los vaivenes históricos de su patria (1903-1950) y adoptó para su vida el color del momento. Conservador en su juventud, llegó a simpatizar con el comunismo llegando a ser diplomático al servicio de la República Popular de Polonia.
En 1936 fue enviado como corresponsal a la Guerra Civil Española, en Madrid. En  1939 formó parte del ejército polaco al servicio de los aliados.
En la España republicana estuvo desde septiembre de 1936 hasta el año siguiente en que volvió a Polonia. Como fruto de su experiencia escribió En la España roja.
En sus crónicas se puede leer su experiencia visitando un hospital de sangre atendido, como enfermeras, por Hijas de la Caridad. De allí conservó «la imagen de una monja, joven, con una cruz “barata” que le colgaba del cuello, y que cambiaba vendas “sucias y repugnantes” de un herido». Y recordaba: «Jamás he agachado tanto la cabeza ante un ser humano y probablemente jamás en toda mi vida volveré a agacharla tanto»”.
“Agachar la cabeza” no es sino reconocer la grandeza de una persona, de un gesto, de un acontecimiento. Y es un gesto de personas que, por su madurez, descubren la grandeza personal, el valor, la generosidad y el amor de muchas personas sin aparente relieve y casi insignificantes socialmente, que viven con amor su relación con el prójimo. Y cuando una cruz “barata” sobre el pecho refleja toda la riqueza del corazón de quien se fía de Aquel que dio la vida por amor a todos los hombres de todos los colores y de todos los frentes, está cerca de descubrir el misterio de la fe en Cristo.  

martes, 1 de septiembre de 2015

El grato recuerdo...

De ANS (Agencia de Noticias Salesianas) de Argentina es justo copiar la reseña que sigue. Ciento cuarenta años parecen pocos en la larga y densa Historia de una nación. Pero estos ciento cuarenta años de la presencia salesiana en aquella bella y querida tierra están llenos de la fecunda siembra que don Juan Cagliero y sus nueve acompañantes y sus sucesores han hecho con tanto acierto.   
“El 14 agosto por la tarde quedó formalmente inaugurado el museo de Don Bosco en Argentina. Se trata de un espacio interactivo que tiene su sede en un lugar histórico para la Familia Salesiana: la Iglesia Mater Misericordiae, que fue el lugar en torno al cual se congregaba la Comunidad Italiana en Argentina, y la casa de los primeros salesianos enviados por Don Bosco, para cumplir el sueño de ser misioneros en la Patagonia.
Así mismo, en el 2015 dicho lugar cobró un significado especial, dado que este año, además del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco, se cumplen 140 años de la llegada de los primeros misioneros salesianos a la Argentina.
La inauguración contó con la asistencia y participación de un numeroso público entre los que se destacaron los Exploradores Argentinos de Don Bosco, que asistieron en el marco de los festejos por el centenario de la fundación del movimiento. Durante el evento también estuvo presente el cardenal argentino Mario Poli, quien celebró la Eucaristía y tuvo palabras de agradecimiento y elogio para con los salesianos.
El Museo de Don Bosco en Argentina es un espacio preparado para que las personas que lo visiten puedan participar poniendo en juego los diferentes sentidos. Así, a lo largo de las cuatro salas con las que cuenta, se propone a los invitados no solo conocer y comprender la Obra de Don Bosco, sino también poder interactuar con la muestra, tomando un rol activo durante toda la visita. Se trata de un ámbito en el que la sola visita se transforma en una experiencia vital, que provoca, sensibiliza y motiva a la acción.
El Museo es una oportunidad para toda la Familia Salesiana de renovar el compromiso de llegar a los jóvenes y acompañarlos en sus retos, aprendiendo del pasado, para comprender el presente y soñar el futuro.”

jueves, 27 de agosto de 2015

Por qué?

De Guwahati, India, llega hoy (22 de agosto de 2015) esta nota: “Una estatua de Don Bosco fue arrojada al río Bharalu, cerca de Guwahati, en el estado de Assam. La estatua había sido inaugurada el 7 de agosto con motivo del bicentenario. El padre Thomas Vattathara SDB, inspector de los Salesianos en Guwahati, dijo «la estatua  instalada contaba con todos los permisos necesarios del gobierno».
Las primeras investigaciones llevaron a la policía a detener a cuatro personas acusadas de destrozar la estatua y tirarla en el río un par de horas antes de la ceremonia de apertura.
Mons. John Moolachira, arzobispo de Guwahati,  dijo a Asianews: «La labor educativa de los salesianos es muy  reconocida por todas las religiones en Assam, y un porcentaje importante de la población ha sido beneficiada gracias a ellos. Este incidente es deplorable y algunos elementos son responsables. El desacuerdo y el disentimiento deben ser vistos bajo una luz positiva; pero profanar y luego arrojar al río una imagen religiosa hiere profundamente nuestros sentimientos». 
Una herida en el corazón no se cura nunca. Y si la herida viene de quien necesita desahogar su mente o su vida con signos de muerte, se sufre más hondamente. Queda siempre la amargura de una pregunta sin respuesta: ¿Por qué? ¿Ha entendido alguien la muerte de Abel por la mano de su hermano Caín? Cuando la herida se hace como forma de una venganza, puede entenderse que se busca una justicia que sería injusta con una ejecución que sería inútil. Pero cuando no hay ni sombra de venganza, cuando de la herida no sangra ningún bien para nadie, debe entenderse que compartimos la historia con quien no merece ni siquiera haber entrado en ella.

sábado, 22 de agosto de 2015

Laguna colorada.

La Estación Espacial Internacional es un observatorio excepcional para muchas misiones. Una, tal vez poco científica, pero muy nostálgica y muy lógica, es la de sentirse asomado a un balcón de la Estación y exclamar, como  ET, pero en dirección contraria, “¡Mi casa!”.
La Laguna Colorada, de nombre sencillo casi infantil y muy acertado, se halla, como sabes, a 4.300 metros sobre el nivel del mar en los Andes de Bolivia. No es muy grande (10 kilómetros) ni muy profunda, pero, bella y salada, se envuelve en un manto rojo-marrón, ya lo ves, que la haría sentirse prima lejana del Río Tinto. No es lo mismo. El Río Tinto arrastra aguas teñidas de minerales de cobre, hierro, manganeso… la tetraedrita, la goethita, el azufre… Y la Laguna boliviana debe su hermoso color a las algas, rojas o verdes, según la estación, que crecen en su agua salada. Es un Humedal Ramsar de Importancia Internacional (en 1971 se definieron en ese lugar de Irán, al Sur del Mar Caspio, lugares como el de la Laguna, de los que hoy hay casi dos mil).
Los flamencos, en gran número, acuden allí por temporadas. Se encuentran a gusto: son del color de la Laguna; y del mismo color del fuego, flamma (en Latín).
Pensemos. Y vamos a hacerlo en una línea obsesiva para mí. ¿Valen para algo cosas como la Laguna Colorada?
El monte Taigeto y la roca Tarpeya y el Tíber fueron testigos, tal vez, de la selección social de los nacidos. La fuerza y la belleza eran criterios para decidir sobre el futuro de esos niños.    
¿Y hoy? ¿Y nosotros? Junto a las instituciones que hoy los atienden, a los movimientos que los miman, precisamente porque su anormalidad los hace más amables, ¿nos sentimos cercanos a ellos, prestamos nuestra ayuda, creemos en ellos, los queremos?
Me emocionó encontrar a una joven madre de cuatro niños preciosos, de los que uno iba acunado entre sus brazos. “Es mi tesoro” – me dijo – “Es subnormal profundo”. 

domingo, 16 de agosto de 2015

Como... Con... Para...

¿Qué mejor buenas noches para celebrar los doscientos años que Don Bosco lleva viviendo entre nosotros que las primeras líneas (¡ojalá sigamos leyendo también las siguientes!) de la carta que el Papa Francisco escribió el pasado 24 de junio a nuestro Rector Mayor Ángel Fernández Artime?
Como Don Bosco, con los jóvenes y para los jóvenes
Está viva en la Iglesia la memoria de san Juan Bosco como padre de la familia Salesiana… Igualmente está viva en la Iglesia su memoria como santo educador y  pastor de los jóvenes que ha abierto un camino de  santidad juvenil, que ha ofrecido un método de educación que es al mismo tiempo una espiritualidad, que ha acogido  del Espíritu Santo un carisma para los tiempos modernos.
En el bicentenario de su nacimiento he tenido la alegría de encontrar a la Familia salesiana reunida en Turín, en la Basílica de Santa María Auxiliadora, donde reposan los restos mortales del Fundador. Con este mensaje deseo unirme nuevamente a vosotros en el agradecimiento a Dios y, al mismo tiempo, subrayar los aspectos  esenciales de la herencia espiritual y pastoral de Don Bosco y animaros a vivirla con valentía…
Italia, Europa y el mundo en estos dos siglos han cambiado mucho, pero el alma de los jóvenes, no: también hoy los muchachos están abiertos a la vida y al encuentro con Dios y con los otros, pero hay muchos que corren el riesgo del desánimo, de anemia espiritual, de marginación.
Don Bosco nos enseña ante todo a no quedarnos mirando, sino a ponernos en primera línea, para ofrecer a los jóvenes una experiencia educativa integral que, sólidamente basada en la dimensión religiosa, implique a la mente, a los afectos, a toda la persona, considerada siempre como creada y amada por Dios. De aquí deriva una pedagogía genuinamente humana y cristiana, animada por la preocupación preventiva e inclusiva, especialmente para los muchachos de las clases populares y de las zonas marginales de la sociedad, a las que ofrece también la posibilidad de la instrucción y de aprender un oficio, para hacerse buenos cristianos y honrados ciudadanos. Trabajando por la educación moral, cívica y cultural de los jóvenes, Don Bosco ha actuado por el bien de las personas y de la sociedad civil, siguiendo un proyecto de hombre que conjuga unidos alegría - estudio – oración o, también, trabajo – religión - virtud. De ese camino forma parte integrante la maduración vocacional, para que cada uno asuma en la Iglesia la forma concreta de vida a la que el Señor lo llama. Esta amplia y exigente visión educativa, que Don Bosco concentró en el lema "Da mihi animas", ha hecho que hoy lo expresemos con la fórmula «educar evangelizando y evangelizar educando»".

viernes, 14 de agosto de 2015

Don Bosco, sacerdote.

Italia tiene como capital a Roma desde 1870. Pero el Estado italiano de los Saboya, cuya sede estuvo con anterioridad en Turín, se trasladó a Florencia en 1864 durante poco más de cinco años. Tal vez porque el esplendor de la bellísima ciudad podría aumentar la  prestancia internacional de la monarquía.
Las relaciones entre esta y el Vaticano no eran ni mucho menos fluidas. Y estaban pendientes cuestiones graves para la vida de la Iglesia, especialmente el riesgo de la supresión de algunas diócesis y la provisión de obispos que necesitaban el llamado exequatur o vistobueno del Gobierno para diócesis que llevaban varios años de orfandad.
El tiempo y la investigación después del tiempo pasado permitirán conocer, al menos en  parte, las gestiones que hechas, como enlace oficioso de la Santa Sede, por Don Bosco ante las autoridades civiles, sobre las que el santo mantuvo una reserva celosa.  
El 12 de diciembre de 1866 (era rey Víctor Manuel II: 1864-1871) Don Bosco visitó al Presidente y Ministro del interior Bettino Ricasoli para iniciar una labor de mediación entre la Iglesia y el Estado italiano sobre esos temas, en particular sobre el nombramiento de  obispos en Italia. Antes de entrar en el fondo de las negociaciones, Don Bosco dijo al ministro: “Excelencia, sepa que Don Bosco es sacerdote en el altar, en el confesonario, entre sus jóvenes, sacerdote en Turín como en Florencia, sacerdote en la casa del pobre, en el palacio del rey o en la casa de los ministros”. El ministro le aseguró que podía estar tranquilo y confiado: nadie había pensado en propuestas que no estuviesen de acuerdo con sus convicciones.
Cualquiera diría, acercándose a la biografía de Don Bosco, que toda su ilusión, desde niño, fue llegar a ser sacerdote. Pero si ese cualquiera ahonda en su espíritu y su conducta y conoce su grave temor de no ser apto para ello en sus primeros años de seminarista, o su sufrimiento que le hirió en sus relaciones con su superior eclesiástico que no le entendía, descubrirá que su vida estuvo continuamente conducida por la docilidad a la llamada de Dios para que fuese constante y totalmente sacerdote según el corazón de Cristo, sacerdote ayer, hoy y siempre. 

lunes, 10 de agosto de 2015

Del Papa (y 2).

EDUCAR: «Educar a los jóvenes a salir, a ir, a ser callejeros de la fe, andarines de la fe. Así hizo Jesús con sus discípulos: no los retuvo pegados a sí, como una clueca con sus pollitos. Los envió. Empujemos a los jóvenes para que salgan. ¡Claro que harán disparates! ¡No tengamos miedo! Los Apóstoles los hicieron antes que nosotros. ¡Empujémoslos a salir!» (27 de julio de 2013, Río de Janeiro, catedral de San Sebastián).
FE: «La fe es entera, no se bate. Es la fe en Jesús. Por favor, no batáis la fe en Jesús. Existe el batido de naranja, existe el batido de manzana, existe el batido de plátano, pero por favor no bebáis batido de fe» (25 de julio, Río de Janeiro, playa de Copacabana).
GOZO: «El cristiano es alegre, no está nunca triste. El cristiano no puede ser pesimista. No tiene la cara del que parece estar de luto perpetuo. Si de verdad estamos enamorados de Cristo y sentimos cuánto nos ama, nuestro corazón se inflamará con un gozo tal que contagie a todos los que están cerca de nosotros» (24 de julio de 2013, Santuario de Aparecida).
ÍDOLOS: «Es verdad que hoy un poco todos y también nuestros jóvenes sienten el encanto de tantos ídolos que se ponen en el lugar de Dios y parecen dar esperanza: el dinero, el éxito, el poder, el placer. Con frecuencia una sensación de soledad y de vacío se abre camino en el corazón de muchos y conduce a la búsqueda de compensaciones, de esos ídolos pasajeros» (24 de julio de 2013, Santuario de Aparecida).
LAZOS DE SORPRESA: «Dios actúa  y nos sorprende. La historia de este santuario de Aparecida es un ejemplo de ello. Tres pescadores, después de una jornada vacía, sin lograr pescar, en las aguas del rio Parnaíba encuentran algo inesperado: una imagen de Nuestra Señora de la Concepción. ¿Quién hubiera imaginado que el lugar de una pesca infructuosa se habría convertido en el lugar en el que todos los brasileños pueden sentirse hijos de una misma Madre? Dios siempre sorprende. ¡Dios siempre reserva lo mejor para nosotros! Pero pide que nos dejemos sorprender por su amor, que acojamos  sus sorpresas» (24 de julio de 2013, Santuario de Aparecida).

miércoles, 5 de agosto de 2015

El Papa.

Si lo que sale en estas páginas vale para algo, lo que sigue, sin duda alguna, vale. Por su autoridad, su valentía, su claridad, su inmediatez…
ATENCIÓN: Ayudemos a los jóvenes. Tengamos el oído atento para escuchar sus ilusiones, para escuchar sus éxitos, para escuchar sus dificultades. Tenemos que sentarnos, escuchando tal vez el mismo libreto, pero con una música diferente, con identidades diferentes. ¡La paciencia de escuchar! Esto os lo pido con todo el corazón. (27 de julio de 2013, Río de Janeiro, catedral de San Sebastián).
BOTA FE: «“Echa fe”, ¿qué significa? Cuando se prepara un buen plato y ves que falta la sal, entonces tú “echas” la sal. Falta el aceite, entonces tú “echas” el aceite. Echar, es decir, poner, verter. Así es también en nuestra vida: si queremos que tenga de verdad sentido y plenitud, digo a cada uno: “echa fe” y la vida tendrá un sabor nuevo, la vida tendrá una brújula que indica la dirección. Echa esperanza y cada día tuyo estará iluminado. Echa amor y tu existencia será como una casa construida sobre la roca» (25 de julio, Río de Janeiro, playa de Copacabana).
CLAMOR: «Quiero que os dejéis oír en las diócesis, quiero que se salga fuera, quiero que la Iglesia salga por las calles, quiero que nos defendamos de todo lo que es mundanidad, inmovilismo, de lo que es comodidad, de lo que es clericalismo, de todo lo que es estar cerrados en nosotros mismos» (25 de julio, Río de Janeiro, playa de Copacabana).
DIFICULTADES: «Cuántas dificultades hay en la vida de cada uno, pero por muy grandes que nos puedan parecer, Dios no deja nunca que nos anonaden. Ante el desánimo que pudiera haber en la vida querría decir con fuerza: tened siempre en el corazón esta certeza: ¡Dios camina junto a vosotros, en ningún momento os abandona!. ¡No perdamos nunca la esperanza! ¡No la apaguemos nunca en nuestro corazón!». (24 de julio de 2013, Santuario de Aparecida).

viernes, 31 de julio de 2015

De viaje con...

No he estado nunca en Seabeck, Estado Federal de Washington, donde el agua y la tierra se abrazan y se aficionan dibujando costas acogedoras y curvas entrañables.
Pues en Seabeck, donde el hombre y el mundo se distienden para la contemplación, un aficionado a la fotografía, Phoo Chan, consiguió esa secuencia admirable.
Como ves, el cuervo va de camino – caminos los del cuervo, caminos en el aire – y ve pasar a un águila calva en su misma dirección. Y se dice: “¡Esta es la mía! No peso mucho. El águila siempre es noble. No creo que me rechace”. Y muchas más cosas que dijo el cuervo y que tú intuyes. Vuelo de aproximación, tanteo en el posarse, ¡buen viaje! y… “¡Gracias!”. ¿Cómo no?  
Esta imagen debería ser la de nuestra propia vida. Recuerdo que, siendo yo muy joven y ante la necesidad de hincar el diente en algo poco agradable, oí por primera vez: “¡Que cada palo aguante su vela!”. Una afirmación muy humana pero, como ves, poco propia de quienes en la vida se sienten águilas y no lo son.
Y recuerdo igualmente, cuando ya era menos joven, la lectura que hice en un periódico de un hombre que, en la Roma de 1945, empobrecida por la guerra, cada tarde, después de su trabajo diario, cargaba su furgoneta y llevaba a quien sabía que lo necesitaba, un colchón, un mueble, un poco de comida, ropa, carbón o leña, una medicina…       
No vivimos solos. Ni convivimos solo con los que nos halagan, nos jalean, nos aprecian y hasta nos envilecen contagiándonos con su indiferencia. No podemos creer que la carretera de la vida es solo para nosotros y que la calle que con tanto gusto pisamos la han tendido para que desfilemos insensibles junto a los que no nos importan.
Debiéramos hacer ejercicio de águilas calvas para que nuestros vuelos no sean solo un cambio de destino, sino una oportunidad de ser verdaderamente grandes porque los demás nos interesan. 

sábado, 25 de julio de 2015

Botrytis.

Se cuenta (y a lo mejor es verdad y ya lo sabes) que en el Otoño de 1650 se dio orden a los viticultores de las colinas Kopasz, en el Nordeste de Hungría, de que no comenzasen la vendimia de sus vides ante el temor de que los turcos avanzasen hacia aquellas tierras de Transilvania. Y así se hizo, es decir, no se vendimió. Cuando al cabo de un mes las lluvias hicieron imposible la invasión turca, se comenzó a vendimiar. Pero con la decepción de comprobar que, por la humedad, un hongo, el botrytis cinerea, había enmohecido la parte inferior de los racimos.
Todo parecía perdido, pero alguien comprobó que los granos afectados producían un líquido que enriquecía con un toque especial el vino sacado del resto. Y comenzó a producirse el celebrado vino Tokaji Aszú. Se cuenta que el rey Luis XIV de Francia exclamó al probarlo: "Este es el vino de los reyes y el rey de los vinos" (en latín – VINUM REGUM 1650 REX VINORUM, como se lee en la etiqueta, debajo de una  corona formada por tres hojas de vid).
Lo anterior no es una invitación a que lo pruebes. Cuando conozcas el precio desistirás de hacerlo. El de 6 puttonios (los serones de las uvas “cenizas” – cinerea significa cenicienta) que se añaden al vino nuevo, es el más caro. El de 3 es el más modestito en sabor y precio.
Si quieres, brindamos con el rubio Tokaji. Pero yo prefiero hacer este otro brindis: ¡Cuántas veces en la vida, en la historia, que es la vida de todos, neciamente, se deshecha como inútil algo o, lo que es más triste, a alguien, porque parece que no vale la pena, que no va a funcionar, que no cabe en mis esquemas personales de utilidad o de provecho. Si se trata de un algo, menos mal. Pero siempre mal.
Cuando Gertrudis, la reina fingidora, le reprocha a su hijo Hamlet que su dolor parece mayor que el de todos, el príncipe enajenado le responde: “¡Yo no sé parecer, sino ser, madre, ser!”       
Vivimos en una sociedad en la que, para muchos, parecer es mucho más importante que ser. La belleza física, por ejemplo (muchas veces belleza vacía o, peor, rellena de miseria interior) se cotiza como valor en alza, como valor único, como valor definitivo.
Y como este sistema de cotización se impone (¡y cómo!) los árboles que dan fruto, que podrían dar fruto, quedan olvidados. Y las despensas de la fruta sana y buena se llenan de vulgar apariencia.