Edith Stein nació el 12 de octubre de 1891
(gran día para los judíos: Yom Kippur) en Breslau (Breslavia). Y murió con su
hermana Rosa (siendo ambas carmelitas) como Sor Teresa Benedicta de la Cruz, en
una cámara de gas de Auschwitz el 9 de agosto de 1942. Este mismo día de cada
agosto se celebra en la Iglesia católica su fiesta como santa y patrona de
Europa.
Los breves 48 años de su vida estuvieron
jalonados por su vida feliz con su madre y sus diez hermanos (el padre murió
cuando Edith tenía dos años); su resistencia a la escuela porque en ella no
enseñan nada que ella no sepa y se aburre; su abandono de la fe hebrea a los 12
años "para afirmarse como un ser
autónomo"; “una viva tendencia a la
búsqueda de la verdad"; la entrada en la universidad; el encuentro con la
fenomenología como algo más que una aventura de la mente; su tesis de doctorado
sobre la empatía con el descubrimiento de la "alteridad"; su
disposición a la escucha; su servicio como enfermera en la guerra; la visita,
determinante para su futuro, a su amiga Ana, a la que encuentra serena y
sostenida por la fe, viuda de Adolf Reinach, convertidos al catolicismo
("Este fue mi primer encuentro con la cruz y con la fuerza divina que
transmite a los que la llevan... Fue el momento en que se desmoronó mi
irreligiosidad y brilló Cristo");
la lectura de un tirón, en casa su amiga Hedwig Conrad-Martius, de la
autobiografía de santa Teresa de Jesús ("Cuando cerré el libro me dije:
Esta es la verdad"); su Bautismo el 1 de
enero de 1922 ("Había dejado de practicar mi religión hebrea y me sentía
nuevamente hebrea tras mi retorno a Dios"); su deseo de ser carmelita
(“... hoy soy mucho más consciente de lo que significa ser esposa del Señor en
el nombre de la cruz”); estudia, da clases, escribe...; le aterra la llegada
del nazismo (envía una carta para el Papa
en nombre de su pueblo); el 14 de octubre de 1933 entra en el Carmelo de Colonia (votos temporales
el 21 de abril de 1935; el 21 de septiembre de 1938 los perpetuos: "Que ya
sólo en amar es mi ejercicio" repetía a su san Juan de la Cruz en el recordatorio
de su profesión); la trasladan a Echt (Holanda) con su hermana Rosa; presas el
2 de agosto de 1942 las apresan y llevan a Westerbork, como venganza por un
escrito de los obispos holandeses contra las acciones sobre los judíos ("Ven, vayamos, por nuestro pueblo", le dice a Rosa); el 7, con 987
judíos más, las llevan a Auschwitz donde muere en la cámara de gas el 9 de
agosto de 1942 ("Quien pertenece a Cristo debe
volver a vivir toda Su vida; debe madurar y convertirse en un otro yo, debe recorrer
el camino de la crucifixión, debe dirigirse a Getsemani, debe subir al
Calvario".