El 22 de Mayo fue domingo. En
el Oratorio salesiano de Alepo terminó el año catequístico de este curso.
Pudieron reunirse casi un mes después de la suspensión de actividades debida al
conflicto. Don Pier Jabloyan decía: “Aquí Don Bosco está todavía vivo y trabaja
con los jóvenes y para los jóvenes. Tratamos de transmitir a estos muchachos el
espíritu de Don Bosco, el espíritu de familia. Es lo que intentamos hacer en
estos tiempos de guerra”.
Como son tantos y la foto es
tan pequeña, tal vez no llegas a advertir algo que llama la atención y alienta
el alma: sonríen felices.
Contra guerra cabe de nuevo la guerra. En los conflictos se suele intervenir acreciendo el conflicto o despertando otro. Pero en medio de la guerra hay quien es capaz de mantener el espíritu despierto para el bien, aunque esté herido en lo más hondo. Don Pier Jabloyan, lo acabamos de leer, lo explica así: “Aquí Don Bosco está todavía vivo y trabaja con los jóvenes y para los jóvenes. Don Bosco mantiene vivo el espíritu de familia. Donde hay familia hay unidad, cariño, esperanza, tesón, amor… porque se ha abierto la puerta al único que puede dar todo eso: Cristo, el Hijo, el Testigo fiel del amor del Padre.
Contra guerra cabe de nuevo la guerra. En los conflictos se suele intervenir acreciendo el conflicto o despertando otro. Pero en medio de la guerra hay quien es capaz de mantener el espíritu despierto para el bien, aunque esté herido en lo más hondo. Don Pier Jabloyan, lo acabamos de leer, lo explica así: “Aquí Don Bosco está todavía vivo y trabaja con los jóvenes y para los jóvenes. Don Bosco mantiene vivo el espíritu de familia. Donde hay familia hay unidad, cariño, esperanza, tesón, amor… porque se ha abierto la puerta al único que puede dar todo eso: Cristo, el Hijo, el Testigo fiel del amor del Padre.