Cuando yo era pequeño y me atraía el fondo de las palabras y me gustaba pegarlas, repitiéndolas una y otra vez, en el tesoro de mi ralo vocabulario, esta de arqueo me resultó interesante, casi misteriosa. Se sacaba a relucir al final del año con el arca de los dineros para ver cuánto quedaba al cerrarse un ejercicio económico. O eso me pareció entender. Indudablemente se recurría a arca como referencia al lugar donde se hurgaba para ver si había o no había y, si había, cuánto. Después el diccionario de la RAE me enseñó que arca es una “caja, comúnmente de madera sin forrar y con tapa llana que aseguran varios goznes o bisagras por uno de los lados, y uno o más candados o cerraduras por el opuesto”. Y que arqueo es “medir la cabida de una embarcación”. Sea como sea y se tome la acepción que más guste, al final del año es bueno preguntarse qué es de este blog o weblog o, mucho mejor, como algunos dicen, bitácora, el armario en que han ido quedando los 150 mensajes lanzados desde el 11 de febrero del año que está acabando, con la ingenua intención de que se hiciese más acertada la navegación.
Después de esta etapa y sin saber si iniciar la siguiente, nos vienen a los que hacemos esto algunas preguntas como ésta: ¿Los lee alguien? ¿Cuántos? ¿Les aporta alguna ayuda en su reflexión? ¿Tienen sus hipotéticos lectores alguna sugerencia que hacer? ¿Seguimos?
Al final de cada “capítulo” de “buenasnoches” figura esta leyenda: 0 comentarios. Sólo hubo uno el 7 de Noviembre que era, en realidad, un cordial saludo de un antiguo alumno de la Universidad Laboral de Zamora. Para enviar tu comentario, que deseamos y que nos vendrá muy bien, pincha sobre el circulito y escribe en la plantilla que se te presentará.
Diez días antes del aniversario de su aparición, esta bitácora te desea, querido amigo que lees, que con los tuyos vivas el largo año que viene (¡es bisiesto!) en la paz de Dios. Y que nos digas si seguimos o no.
Después de esta etapa y sin saber si iniciar la siguiente, nos vienen a los que hacemos esto algunas preguntas como ésta: ¿Los lee alguien? ¿Cuántos? ¿Les aporta alguna ayuda en su reflexión? ¿Tienen sus hipotéticos lectores alguna sugerencia que hacer? ¿Seguimos?
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Diez días antes del aniversario de su aparición, esta bitácora te desea, querido amigo que lees, que con los tuyos vivas el largo año que viene (¡es bisiesto!) en la paz de Dios. Y que nos digas si seguimos o no.