miércoles, 12 de octubre de 2011

Beato Miguel Rúa.


En Galicia son muchas las familias que tienen el apellido Rúa. Palabra que en castellano significa “calle, como “Rúa Nueva”. Según la Guía de teléfonos, en la provincia de La Coruña, hay 25 en Santiago; 17 en La Coruña; 14 en Melide; 11 en Outes; y en Ferrol 9. En otras localidades unos veintitantos. Total, según la Guía, unos 100. Habrá más ciertamente.
Este apellido también es italiano. Por ejemplo, Miguel Rua. ¿Quién es éste Rúa? Pues el que sucedió a D. Bosco cuando éste murió. Fue el primer salesiano; hizo sus Votos Religiosos ante D. Bosco cuando tenía 18 años.
¿Cómo conoció a D. Bosco? Rua había quedado huérfano. Su padre trabajaba en la Fábrica de Armas de Turín y él por entonces estudiaba con los Hermanos de la Salle, de las Escuelas Cristianas. Allí iba D. Bosco a confesar a los alumnos quienes, al llegar, le rodeaban y le pedían una medalla. Rúa se ponía delante en el primer corro. Rúa extendía la mano pero nunca le daba nada. D. Bosco sólo le decía: “Toma, toma”, y le cogía la palma de su mano izquierda al tiempo que, D. Bosco,  con la derecha hacía el gesto de partirla por la mitad.
Después pasó al colegio de D. Bosco y éste un día le preguntó si quería estudiar para sacerdote; Rua, después de pensarlo, le dijo a su madre: “Quiero ser sacerdote; quiero irme con Don Bosco”. Ella mostró su alegría; “Dile a Don Bosco que cuente contigo”. Y así comenzó a estar a su lado. Un día le preguntó qué significaba aquel gesto de cortar la mano izquierda con la derecha. “¿Cómo, aún no lo has entendido? Tú y yo haremos las cosas a medias”. Y así fue a lo largo de su vida. Quiso tanto a D. Bosco que llegó a convertirse como una fotocopia suya. Podían olvidarse todas sus palabras y todos sus escritos, que D. Rúa los repetiría todos.
Rua puso en Don Bosco sus ilusiones, pero D. Bosco también las puso en Rua. Porque ilusionarse, tener ilusiones, es como tener esa alegría que produce la esperanza o la realización de un deseo que uno tiene. D. Bosco fue un soñador que llenó su vida y la de los que estaban a su lado, de ilusiones. Ahí estuvo la clave de su éxito. Ilusionarse con algo, de este modo, es un modo de crecer y hacerse persona
Como D. Rúa era la fotocopia de D. Bosco, no es extraño que fuera santo como él. El 29 de octubre de 1972 Pablo VI lo beatificó. ¿Alguno dejaría que D. Bosco hiciera el gesto de cortarle la mitad de la mano para decirle a D. Bosco que estaría dispuesto a trabajar a medias con él?

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