martes, 31 de octubre de 2017

Pomerium: poniendo los fundamentos.

Dos de las culturas más ordenadas del pasado fueron, sin duda, la etrusca y la romana. De la primera vino la segunda. Para ellos, en el ajetreo de pensar y ordenar una ciudad nueva, había un precepto que seguían fielmente. Repasémoslo con brevedad.  
Se buscaba una superficie llana. En ella una yunta de bueyes, guiada por un sacerdote, trazaba un primer surco de forma cuadrada o rectangular, que constituía el pomerium de la futura ciudad.  
En el centro de cada lado se levantaba el arado, porque allí irían las puertas: una en cada punto cardinal. La zona central interior, futura calle que iba de Este a Oeste, se llamaba Decumano Máximo. La otra calle, perpendicular a la primera, que iba de Norte a Sur, era el Kardo Máximo. Y en su cruce, centro de la ciudad, se hacía un agujero o mundus cubierto con una losa que llevaba esta inscripción UBI TERRA PATRUM IBI PATRIA. Sobre el mundus se colocaba la groma, instrumento para el trazado recto de las calles. Y los augures hacían los sacrificios oportunos para conocer las condiciones salubres del lugar estudiando los hígados de los animales sacrificados.
Debemos estas noticias a Hyginus gromaticus, agrimensor en tiempos del emperador Trajano, autor de varios libros de agrimensura cuyo apellido-apodo se debía a su oficio, como habrás intuido.
Proyectar, ordenar, construir, dotar una nueva ciudad romana era una labor delicada, precisa, exigente y larga. Se trataba de obtener el favor de los dioses, aplicar al arte a los estudiosos, acertar con el Sol y sus solsticios y lanzar la vista a la lejanía para lograr calles perfectamente alineadas.
¿Y mis hijos? ¿Y mis pupilos? Empezamos soñando. Creemos que ya nos vienen hechos. Nos molestan sus desvíos, aun los más pequeños. Y nos fastidia tener que decir, una y otra vez, las cosas, porque no acaban de entender que las queremos así y asá y no como a ellos les parece. 
No acertamos. Y no porque no tengamos razón (que alguna vez sí la tenemos), sino porque no hemos aceptado que la educación es cosa del corazón, no de la cabeza (no siempre y fundamentalmente).
Esas palabras que quedan subrayadas son de Don Bosco. Él tuvo una madre a la que quiso entrañablemente y de la que recibió siempre toda su entraña. Aprendió a educar al sentirse educado por ella. Y el carácter de Juan Bosco, ya desde niño, no era precisamente el de una persona endeble. Pero se dejó educar por quien le amaba, especialmente su madre, Margarita, y don Juan Melchor Calosso que le modeló como hombre cuando solo tenía catorce años.

miércoles, 25 de octubre de 2017

Caminar... es la vida humana.

Conoces, sin duda, la triste historia del mundo. Triste por la tristeza que algunos de sus presuntos constructores sembraron en sus surcos. Y conoces el terrible choque entre fuerzas terribles, también en el suelo de Europa, desde 1939 hasta 1945, y la que llamaron victoria de aliados y condena de culpables.
De los veintidós acusados de responsabilidad en el centro del llamado Eje, el tribunal de Nüremberg encontró a doce merecedores de muerte, absolvió a tres y condenó a prisión a siete.   
Albert Speer, ministro de armamento de Hitler, había demostrado en su servicio ser un buen organizador. Y organizó también su vida en la prisión de Spandau: empleó a fondo, intensamente y en perfecta sistematización los veinte años de condena: estudio, lectura, redacción, proyectos... y caminar. Y, aunque parezca un poco frívolo, me voy a referir precisamente a esto.      
Había acabado el borrador de sus memorias y buscó y encontró un nuevo proyecto. Copio de una nota que encuentro sobre ello: “…mientras hacía su ejercicio diario, caminar en círculos por el patio de la prisión. Midiendo cuidadosamente la distancia de su recorrido, el arquitecto se dispuso a caminar la distancia de Berlín a Heidelberg. Más tarde amplió esta idea a un recorrido alrededor del mundo, visualizando los lugares a través de los que «viajaba» mientras caminaba por el patio de Spandau. ​Pidió libros de viajes y otros materiales sobre los países por los que él imaginaba que estaba pasando y mapas con las distancias reales del mundo, comenzando por el norte de Alemania, atravesando Asia por el sur antes de entrar en Siberia, cruzar el estrecho de Bering y poner rumbo al sur para finalizar a 35 km al sur de Guadalajara, México”. ​
Todo esto parece una sinrazón. Creo que no. Y en todo caso puede servirnos de útil  modelo para nosotros mismos y para los que reciben de algún modo de nosotros, vida y forma.
“¿Qué haces?”, preguntamos o nos preguntamos cuando no hacemos nada. Y no puede ser. El tiempo en el que no hacemos nada, debemos llenarlo de caminos, de ilusión, de deseo, de proyecto, de planes, de esperanza, sentimientos, de referencias, de altruismo, de resolución… No hace falta que lo que pensamos y soñamos se convierta siempre en realidad. Lo importante es que nuestro “yo” y el de nuestros educandos sea siempre un horno de ideal, de ambición, de afán, de convicción, de fe…

viernes, 20 de octubre de 2017

Memoria Histórica: contra cualquier totalitarismo.

El Parlamento Europeo declaró en 2009 como Día en Memoria de los Crímenes del Estalinismo y el Nazismo el 23 de Agosto. Ocho años después, la presidencia rotatoria de la Unión Europea, en manos del gobierno de Estonia, ha decidido organizar una conferencia comunitaria sobre esta materia.
El ministro de Justicia de Estonia, Urmas Reinsalu, ha enviado una carta (en la que figuran los siguientes fragmentos) a Grecia que consideraba inoportuno ese recuerdo:
No pretendemos entrar en un gran debate sobre la historia de Europa en el siglo XX. Esa tarea le corresponde a los expertos: historiadores, juristas, filósofos, politólogos… Nosotros somos políticos. Nuestra tarea es proteger los valores y las virtudes de nuestra sociedad, entre los que hay principios irrenunciables como los derechos humanos, la democracia o el imperio de la ley. Y, en la medida en que el nazismo, el fascismo o el comunismo niegan esos principios, no podemos hacer otra cosa que oponernos a esas ideologías y movimientos políticos.
El nazismo y el comunismo se arrogaron el derecho a aplastar países y sociedades, todo en nombre de un futuro utópico que nunca llegó. Millones de personas fueron oprimidas para ser "reeducadas". Otros muchos millones sufrieron la miseria más abyecta. Y, por supuesto, también fueron millones los que fueron desplazados o asesinados.
Como ministros de Justicia, debemos ser especialmente contundentes a la hora de condenar los crímenes contra la humanidad. Nuestra labor más esencial es la de salvaguardar el correcto funcionamiento de las leyes y la justicia. Toda persona, con independencia del color de su piel, de su nacionalidad, de su empleo o de su estatus socioeconómico, tiene derecho a vivir en dignidad, en el marco de un Estado democrático capaz de garantizar el imperio de la ley. Pero las dictaduras del nazismo, el fascismo y el comunismo han robado esos derechos a millones de personas. Muchas veces, esa opresión no se ceñía solo al país de origen de la tiranía en cuestión, sino que se extendía a otras naciones conquistadas, subyugadas y sometidas.
No hace falta ser un historiador para saber lo que ocurrió en Grecia durante la ocupación nazi. Obras como "La mandolina del Capitán Corelli", Louis de Bernières, han sido traducidas al idioma de mi país y han conmovido a miles de compatriotas. Del mismo modo, "Archipiélago Gulag", de Aleksandr Solzhenitsyn, está disponible en griego desde la década de 1970, aunque en Estonia fue un libro prohibido hasta el fin de la ocupación soviética.
No puedo estar más en desacuerdo cuando su gobierno afirma que el comunismo ha dejado efectos positivos. Es cierto que la Unión Soviética participó en la campaña contra la Alemania nazi, pero el Ejército Rojo no liberó a Europa del Este de la tiranía nazi, sino que cambió ese dominio alemán por la nueva dictadura rusa.
La Guerra Civil concluyó en Grecia en 1949. Ese mismo año, el régimen comunista de Estonia deportó al 2% de nuestra población, como represalia contra los campesinos que se negaban a colectivizar la agricultura. A eso hay que sumarle las decenas de miles de estonios que fueron apresados y enviados al Gulag.
Cuando digo que en el comunismo no puede haber libertad, democracia e imperio de la ley, lo digo porque sé de lo que hablo. La historia nos lo demuestra. El comunismo ha sido intentado en todos los continentes, con la salvedad de Oceanía, y el resultado siempre ha sido el desastre económico y la destrucción gradual del imperio de la ley. Y la factura en términos de vidas humanas perdidas ha sido muy costosa. Hablamos de millones de personas fallecidas y no podemos permitir que algo así vuelva a ocurrir".

domingo, 15 de octubre de 2017

Larga vida a la Honradez.

He leído con asombro, agrado y agradecimiento que el cardiólogo Valerio Sanguigni, de la Universidad Tor Vergata de Roma afirma que el helado que resulta de unir cacao, avellana y té verde es el conjunto de antioxidantes que mejor ayuda a disfrutar de una vida larga y sana. Y a quien le gusten y le vayan bien los helados, del placer de acercarse a él en verano. Y en invierno.      
Parece argumentar así (y digo parece porque siempre vale confirmarlo con el atestado de otro sabio) basándose en la cualidad de los tres nutrientes citados de ser ricos, como ya sabes, en capacidad antioxidante. ¿Y por qué helado? Porque el calor echa a perder ese valioso efecto antioxidante.
No hago propaganda ni receto elixires de larga vida, porque no soy quién para ello ni caben en este campo. Pero sí me permito subrayar, con la mejor intención, la necesidad que tenemos de acertar en nuestra labor de ayudar a modelar la personalidad de nuestros hijos y educandos: escoger con responsabilidad los alimentos que aseguren una conducta sana, una vida limpia, un carácter sólido y ecuánime.
La honradez es el primero de todos. Honradez significa ser uno mismo; buscar y defender la verdad y la justicia en juicios, decisiones y proceder; afianzar la fortaleza de actuar siempre como se debe y no como conviene; respetar a los demás y sus pasos pero sin que los amigos, los criterios que se airean como triunfo de las personas, de las ideas, de la propuestas morales personales y sociales oxiden la nobleza de la auténtica grandeza que hemos querido para ellos.

martes, 10 de octubre de 2017

Tito Zeman, mártir de la Fe (2/2).

El pasado 30 de Septiembre tuvo lugar en Bratislava una celebración solemnísima en honor del nuevo beato salesiano Titus Zeman, mártir. Y como el dicho antiguo verba movent, exempla trahunt (las palabras conmueven, los ejemplos arrastran) vamos a repasar brevemente, para los que no conocen los hechos, los ejemplos que nos conmueven y que pueden arrastrarnos de algún modo.
La noche del 13 al 14 de abril de 1950 el régimen comunista prohibió en Checoslovaquia las órdenes religiosas, ocupó con sus milicianos las casas de los religiosos, trasladando a los consagrados a conventos transformados en checas. Entre ellos varios salesianos de Don Bosco. En Eslovaquia esta noche dramática fue llamada «La noche de los bárbaros».
Don Tito Zeman, joven sacerdote salesiano, se encontraba en la parroquia de Senkvice, con lo quedó libre de la confinación de aquella noche. Otro joven salesiano Ernest Macák pensó que la solución para librar a los seminaristas salesianos de esa medida era hacer que, pasando – ilegalmente, según las autoridades de la nación - las fronteras de Checoslovaquia y Austria, llegasen a la Casa Madre de los Salesianos en Turín.
Zeman se encargó de ello y organizó dos expediciones de más de 30 jóvenes Salesianos. Pero en la tercera fue arrestado con la mayor parte de los componentes del grupo. En los interrogatorios sucesivos le golpearon como a los demás y le  rompieron algunos dientes. Pero para librar a sus Hermanos de ese sacrificio se declaró responsable del hecho que se condenaba.
El mismo Tito manifestaba más tarde: «Cuando me apresaron empezó mi Viacrucis. Desde el punto de vista psíquico y físico lo he vivido durante el encarcelamiento preliminar. En la práctica duró dos años… Vivía con el temor continuo de que en cualquier momento se abriera la puerta de mi celda y me llevasen fuera, al lugar de ejecución. Mire, por esto, todos mis cabellos se han vuelto blancos. Si vuelvo a las torturas inimaginables sufridas en los interrogatorios, le digo sinceramente que todavía me vienen escalofríos. Al pegarme y torturarme empleaban métodos inhumanos. Por ejemplo, llevaban un cubo lleno de porquería de cloaca, me metían en él la cabeza y la mantenían en él hasta que comenzaba a ahogarme. Me daban fuertes patadas en todo el cuerpo y me golpeaban con cualquier objeto. A raíz de uno de estos golpes, me quedé sordo durante varios días».
En el proceso se le acusó de traidor a la patria y espía del Vaticano. El fiscal general pidió para él la pena de muerte. El 22 de febrero de 1952 fue condenado a 25 años de cárcel incondicional y se le conceptuaba como «mukl», «hombre a eliminar». El 10 de marzo de 1964 salió de la prisión en libertad condicional, después de casi 13 años de reclusión y tras haber sido excluido de numerosas amnistías. Su salud estaba seriamente quebrantada.
Vivió con su hermano, trabajando de obrero en un almacén de productos textiles. Más tarde le permitieron trabajar de almacenista; ocupación que desempeñó hasta el final de sus días, irremediablemente marcado ya por los sufrimientos padecidos en la cárcel. Murió cinco años después, el 8 de enero de 1969.

lunes, 9 de octubre de 2017

Tito Zeman, mártir de la Fe (1/2).

Es natural que Don Bosco quiera darnos unas Buenas Noches hablando de este querido hijo suyo.

Tito Zeman nació el 4 de enero de 1915 en Vajnory, cerca de Bratislava. Y desde pequeño dijo que quería ser sacerdote. El camino hacia el altar lo comenzó en varias casas salesianas hasta su profesión como salesiano en 1932. Estudió teología en la Universidad Gregoriana de Roma y en 1940 fue ordenado sacerdote en Turín-Valdocco.
En abril de 1950 el régimen comunista ocupó las casas de los religiosos que fueron concentrados en conventos transformados en campos de concentración: «La noche de los bárbaros». Aquella noche Tito se encontraba en una parroquia diocesana por lo que quedó libre del encarcelamiento. Él y Ernest Macak, joven salesiano, programaron el paso de fronteras de Checoslovaquia y Austria para llegar a Turín de varios jóvenes salesianos para que en aquella ciudad italiana completasen su formación. Lo lograron con dos expediciones. Pero en la tercera fue arrestado con gran parte de sus componentes. Durante los interrogatorios le pegaron y le rompieron algunos dientes. 
Zeman se atribuyó toda la responsabilidad y la organización de la fuga. Sobre este período, el mismo Tito declaraba: «Cuando me apresaron empezó mi Viacrucis. Desde el punto de vista psíquico y físico lo he vivido durante el encarcelamiento preliminar. En la práctica duró dos años… Vivía con el temor continuo de que en cualquier momento se abriera la puerta de mi celda y me llevasen fuera, al lugar de ejecución. Mire, por esto todos mis cabellos se han vuelto blancos. Si vuelvo a las torturas inimaginables sufridas en los interrogatorios, te digo sinceramente que todavía me vienen escalofríos. Al pegarme y torturarme empleaban métodos inhumanos. Por ejemplo, llevaban un cubo lleno de porquería de cloaca, me metían en él la cabeza y la mantenían en él hasta que comenzaba a ahogarme. Me daban fuertes patadas en todo el cuerpo y me golpeaban con cualquier objeto. A raíz de uno de estos golpes, me quedé sordo durante varios días».
Tuvo un duro proceso en el que se le declaró traidor a la patria y espía del Vaticano. El fiscal general pidió para él la pena de muerte. El 22 de febrero de 1952 fue condenado a «solo» 25 años de cárcel incondicional y marcado como «mukl», o sea, «hombre a eliminar». El 10 de marzo de 1964 salió de la prisión en libertad condicional, solo después de casi 13 años de reclusión y tras haber sido excluido de numerosas amnistías. Su salud estaba seriamente quebrantada. Vivió con su hermano, trabajando de obrero en un almacén de productos textiles. Más tarde le permitieron trabajar de almacenista; ocupación que desempeñó hasta el fin de sus días.
Murió cinco años después, el 8 de enero de 1969, con una gloriosa fama de martirio y de santidad. «Aunque tuviese que perder la vida, no la consideraría malgastada, sabiendo que al menos uno de aquellos a los que ayudé ha llegado a ser sacerdote en mi lugar».
Su beatificación tendrá lugar el sábado 30 de septiembre a las 10:30 en Bratislava

miércoles, 4 de octubre de 2017

Celebrar la Vida (2/2).

Cada día ese banco, además de abonar cuenta nueva, elimina lo restante del día anterior. Nunca queda saldo. Si no se usa el saldo del día, es uno mismo quien lo pierde. No se puede dar marcha atrás. No existen cargos a cuenta del ingreso del día siguiente. Se debe vivir el presente con el saldo de hoy. Y es por eso por lo que:

  • Para entender el valor de un año podemos preguntarle a algún estudiante que repitió curso.
  • Y para entender el valor de un mes le podemos preguntar a la madre que alumbró a un bebé prematuro.
  • Para entender el valor de una semana le preguntaremos al editor de un semanario.
  • Para entender el valor de una hora pueden ayudarnos los enamorados que esperan encontrarse muy pronto.
  • Para entender el valor de un minuto le preguntaremos al viajero que perdió el tren o el avión, justamente por un minuto de tiempo.
  • Para entender el valor de un segundo podemos preguntar a quien estuvo a punto de tener un accidente en un instante.
  • Para entender el valor de una milésima de segundo le preguntaremos al deportista que ganó por esa diferencia de tiempo la medalla de oro en unas Olimpiadas.

… Así es el tiempo.
Y por eso creo que podemos desearnos unos a otros que atesoremos cada momento que vivamos, y ese tesoro tendrá mucho más valor si lo compartimos con personas tan especiales como para dedicarnos su tiempo.
No lo olvidemos: el tiempo no espera a nadie, y lo que es más importante todavía: como creyentes sabemos que el tiempo es solo una medida, pero el don es justamente la vida misma, ese regalo maravilloso recibido por gratuidad, recibida como don de Dios, recibida para compartirla y ser, -en ese compartir- realmente felices.
Les deseo, amigos lectores, que no se nos vaya pasando la vida de cualquier manera. Una vez que se ha hecho la experiencia de vivir así, en profundidad, exprimiéndole todo lo que bello que encierra, -y a pesar de las dificultades que puedan darse-, es apasionante aceptar este reto.
 Que sean felices.
P. Ángel Fernández Artime

Rector Mayor