viernes, 10 de julio de 2015

No llores...

Sin duda se nos ha ocurrido, cuando hemos visto llorar o hemos llorado, cuántas son las fuentes de esas lágrimas. Desde el llanto de un niño que se ha caído o se ha sentido contrariado en sus caprichos. La mujer que ha perdido a su marido porque ha tenido que irse lejos, tal vez a un lugar peligroso. Las lágrimas sin consuelo de alguien que pensaba que aquel amor iba a ser eterno. Las que brotan de la compasión por una persona que sufre y llora por nuestra culpa.
Seguramente no nos hemos detenido nunca a pensar que las lágrimas son siempre iguales pero que sus causas pueden ser infinitas: cada persona y cada situación arranca una forma diferente de sentir y de llorar.   
Un célebre director de cine al que conoces le decía a una bella artista famosa que lloraba porque le habían robado un collar de perlas de su caravana cuando rodaban un exterior: “¡No llores nunca por quien no puede llorar por ti!”. Y la actriz confesaba al comentarlo lo que había aprendido de aquella sensata lección.
Sobre las lágrimas (sobre las propias, porque las demás nos son profundamente ajenas y nunca podríamos llegar a entender de qué fuente brotan) deberíamos hacer una reflexión que sería incomunicable, pero que nos enseñaría mucho de ese amasijo arcano de sentimientos con que está tejida la vida humana.
Un sabio final para esta leve consideración son los siguientes consejos del Papa Francisco para nuestra vida, en la que es posible que se levante alguna vez la angustia del llanto:
No llores por lo que perdiste, lucha por lo que te queda.
No llores por lo que ha muerto, lucha por lo que ha nacido en ti.
No llores por quien se ha marchado, lucha por quien está contigo.
No llores por quien te odia, lucha por quien te quiere.
No llores por tu pasado, lucha por tu presente.
No llores por tu sufrimiento, lucha por tu felicidad.
Con las cosas que a uno le suceden 
vamos aprendiendo que nada es imposible de solucionar:
Basta seguir adelante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.