martes, 12 de noviembre de 2013

El "Tabarro"



Tuve el placer de pasar dos veranos en las Hurdes. Compartir la vida juntamente con mis compañeros en medio de la apacible, acogedora, generosa e inteligente población de la alquería de El Castillo nos sirvió para abrir en nuestra vida un precioso horizonte de grandeza.
Al final de la mañana íbamos a una de las pequeñas presas del río Esperabán para refrescar nuestra fatiga. Aquel rato en el agua era ideal. Menos los “tabarros”. Bueno, “tabarro” llaman allí a los tábanos. Se lanzan a 30 kilómetros por hora contra las espaldas húmedas de los bañistas en busca de sangre que necesitan, - ¡pobrecitas las tabarras! - (los machos se alimentan de néctar y polen al anochecer) para formar sus huevos.
¿Se han dado ustedes cuenta de que vivimos un momento excepcional de nuestra noble historia en la que proliferan los “tabarros”? El 90 por ciento o el 95 o más (o un poquito menos) de las noticias, de las conversaciones, de las tertulias, de los panfletos de los “medios”, de los comentarios, de las llamadas a abrir los ojos, a conocer “toda la verdad”, a hurgar en la vida de los otros… es un ejercicio incansable de remover basuras, reabrir heridas, infectar llagas, perniquebrar a cojos. Parece como si los responsables de los ventiladores de la sordidez humana hubiesen seleccionado a expertos tábanos de la noticia con la intención de poder vender más y al mismo tiempo envenenar más y más profundamente la vida y la convivencia. Y peor es que existan bebedores de ese jugo, comedores de esa deyección que estimulan la propagación del producto. 
Nos hartamos de proclamar la democracia, de presumir de demócratas, de insultar a los herederos de sistemas totalitarios y no nos damos cuenta de que con ello estamos ejerciendo la más ridícula forma de dictadura. ¿Será posible que los que vienen detrás de nosotros aprendan a vivir en plenitud y a dejar vivir a los demás del mismo modo?   

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.